Por primera vez en ocho años, Perú reporta una reducción en la siembra de hoja de coca

REFERENCIA | Hoja de coca.

El Informe de Monitoreo de Cultivos de Coca en 2023 reveló este miércoles un quiebre en la tendencia al alza de los últimos ocho años en Perú, al reportar 92.784 hectáreas cultivadas el año pasado con el insumo de la cocaína, a diferencia de las 95.008 hectáreas detectadas en 2022.

Esta disminución en 2.224 hectáreas, que equivale a un retroceso de 2,3 % en el área total cultivada en el territorio, responde a «acciones conjuntas» de las entidades del Estado vinculadas a la lucha contra el modelo de negocio del narcotráfico, indicó la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida).

El informe detalló que 8 de los 13 departamentos monitoreados mostraron una disminución de cultivos de coca, entre los que destacaron los amazónicos de Ucayali y Loreto, donde hubo acciones de erradicación de sembradíos ilegales en las zonas de Bajo Amazonas, Putumayo, Callería, Aguaytía y Pichis-Palcazú-Pachitea.

REFERENCIA El crecimiento de homicidios se alinea geográficamente con los principales corredores internos de la cocaína.

Asimismo, en 10 zonas de producción que estaban en crecimiento, han revertido esa tendencia y comenzaron a decrecer como Marañón (-58 %), Camanti (-53 %), Alto Chicama (-48 %), Yaguas (-42 %) y Callería (-37 %).

Por otro lado, en cinco departamentos se observó alzas, encabezada por la surandina Ayacucho, así como en localidades de Amazonas, Huallaga y Bajo Ucayali que mantuvieron una tendencia creciente, aunque por debajo del 50 %, precisó el informe de Devida.

El presidente ejecutivo de Devida, Carlos Figueroa, atribuyó la reducción de los cultivos de coca a las acciones articuladas del Gobierno y a las entidades cooperantes vinculadas a la lucha contra el tráfico ilícito de drogas.

Esa labor permitió que se detenga un crecimiento proyectado de 17 % que habría significado una extensión de 109.259 hectáreas de coca, equivalentes a 151 toneladas de droga ó 604 millones de dosis de cocaína que se dejaron de producir, afirmó Figueroa.

Además, el monitoreo registró una disminución de la superficie de coca en Áreas Naturales Protegidas, al pasar de 439 hectáreas en 2022 a 414 hectáreas en 2023; en el caso de las Zonas de Amortiguamiento, la reducción pasó de 14.426 hectáreas a un total de 14.373 hectáreas.

De igual forma, en las zonas habitadas por pueblos indígenas u originarios, se ha revertido la tendencia creciente de superficie cultivada de coca, dado que este año se redujeron a 18.050 hectáreas, frente a las 18.674 hectáreas del año pasado. EFE (I)

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