Diez días después de que Ucrania anunciara la salida del último patrullero ruso de las costas de Crimea, Rusia ha retirado todos sus barcos del mar de Azov, un mar interior que también baña las aguas de esta península ocupada desde 2014 por la Federación Rusa.
«Ya no hay ningún buque de guerra ruso en el mar de Azov», escribió el portavoz de la Armada ucraniana, Dmitró Pletenchuk, en su cuenta de Facebook.
Agregó que los rusos «empiezan a sospechar algo», en alusión a la posibilidad de ataques ucranianos contra los barcos rusos en la zona.
El pasado 15 de julio el propio Pletenchuk afirmó que «el último patrullero de la Flota Rusa del Mar Negro» estaba abandonando Crimea.
Poco antes la Marina ucraniana había declarado el mar Negro «limpio» de buques rusos capaces de lanzar los misiles Kalibr con los que el Ejército del Kremlin ataca habitualmente Ucrania desde el mar.
Ucrania dice haber destruido desde el comienzo de la guerra un tercio de la Flota Rusa del Mar Negro.
Las fuerzas ucranianas han hundido numerosos buques rusos en repetidos ataques con misiles y drones aéreos y navales en los que también han debilitado las defensas aéreas rusas en Crimea. EFE (I)