Las ideas o las maquinarias

Gustavo Izurieta

Guayaquil, Ecuador

Contrariamente a lo que se piensa, la batalla política más importante no se libra en las urnas, sino en el terreno de las ideas. En Ecuador, es fundamental entender que las ideas y proyectos son los verdaderos motores del cambio. Estos conceptos son los cimientos sobre los cuales se construyen las naciones, mientras que las personas que los implementan son meros actores pasajeros en el escenario de la historia. Por lo tanto, debemos enfocarnos primero en las ideas y proyectos que queremos implementar, y solo después elegir a las personas adecuadas para llevarlos a cabo.

Lamentablemente, la práctica política en Ecuador ha demostrado que los partidos y movimientos se han convertido en maquinarias que responden a los intereses de financistas y grupos específicos, en lugar de representar genuinamente a los ciudadanos. Este secuestro de la representación popular ha resultado en una desconexión alarmante entre la ciudadanía y sus líderes, con un impacto profundo en la economía y la institucionalidad del país.

El socialismo del siglo XXI es un claro ejemplo de cómo un enfoque ideológico puede transformar radicalmente las instituciones. Bajo este régimen, Ecuador experimentó un aumento en el tamaño y centralización del estado, acompañado de reformas que prometieron justicia social pero que, en realidad, han llevado a una crisis económica alarmante. La necesidad de recurrir al FMI para estabilizar la economía es prueba irrefutable del fracaso de estas políticas.

La capacidad del socialismo para tener éxito se debe, en gran medida, a su habilidad para comunicar eficazmente sus ideas. En contraste, las propuestas a favor de la libertad han fallado en encontrar un nivel similar de resonancia pública. Por ello, es esencial trabajar en una comunicación más clara y persuasiva, presentando conceptos como el libre comercio y el emprendimiento de manera accesible y comprensible para el público.

La cultura desempeña un papel fundamental en la política. Las producciones culturales actuales, frecuentemente inclinadas hacia la izquierda, moldean la percepción pública y refuerzan ideas que pueden ser perjudiciales para la libertad económica y personal. Es crucial contrarrestar esta influencia con producciones culturales que defiendan el progreso. Novelas, música, teatro y otros elementos culturales deben ser utilizados para cimentar los valores que promuevan un Ecuador de oportunidades y prosperidad.

La batalla cultural no es una tarea menor. Un verdadero proyecto político liberal busca empoderar a los ecuatorianos para que puedan valerse por sí mismos, en lugar de depender de la voluntad de los políticos. Esto no significa abandonar a quienes necesitan ayuda, sino asegurar que los servicios esenciales como la salud y la educación estén disponibles, mientras se fomenta la libertad económica y la responsabilidad individual. Solo así podremos asegurar un futuro en libertad para las próximas generaciones.

Quito, miércoles 14 de agosto del 2024. Reunión para la elección de candidatos a Presidente y Vicepresidente de la República, así como diferentes dignidades, en las primarias internas del movimiento Pachakutik, en la Casa del Arcoiris. Katiuska Molina y Leonidaz Iza Fotos:API / Rolando Enríquez

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