Guayaquil, Ecuador
El ministro de Energía, Antonio Goncalvez, ha anunciado el pasado viernes que los apagones que el gobierno había dicho que durarían cuatro días, desde el lunes hasta el jueves, por motivos de mantenimiento, se prolongarán también durante toda la próxima semana. El anuncio es potencialmente explosivo, y podría terminar con las aspiraciones de reelección del presidente Daniel Noboa, porque aunque Goncalvez ha dicho que los nuevos apagones solo durarán cinco días más, la verdad es que nadie sabe, ni siquiera ellos, cuándo terminarán.
Es cierto que la mayoría de las encuestas ubican a Noboa como el favorito para las elecciones de febrero, incluso para llegar primero, con el correísmo en segundo lugar (algo que no ha pasado desde la primera reelección de Correa, en 2009), lo cierto ahora es que nadie sabe a ciencia cierta qué mismo va a ocurrir. Todos recordamos que seis meses antes de los últimos comicios, Noboa aparecía en el pelotón que pugnaba por salir del 1% de intención de voto y tenemos claro también que durante los últimos años quien encabeza las encuestas no ha llegado a Carondelet.
Si a ello se agrega que el crecimiento económico del 2024 será inferior a cero, que en ese contexto resulta lógico que la pobreza extrema haya crecido por encima del 10% (por más que la cifra oficial, dada el INEC en junio del 2024 muestre una ligera disminución de 0.2%, de acuerdo al investigador Gerardo Verdecia), que la guerra interna ha implosionado la economía sin detener las matanzas, el panorama es extremadamente complicado.
Sobretodo, porque además de la grave sequía que impide el funcionamiento de las hidroeléctricas, otra sequía, esta de candidatos, programas, ideas, asuela al país.
El candidato por el que yo hubiera votado si las elecciones fueran hoy, Henry Cucalón, por ejemplo, se ha limitado en las últimas horas a un breve enfrentamiento en Twiter con Correa y a subrayar que la ley eléctrica aprobada por el gobierno no ha resuelto nada. Pero no nos dice qué es lo que hay que hacer.
Jan Topic, además de declarar que está «cabreado», ha dicho, como si bastara tronar los dedos para que ocurra, que basta con importar energía, poner a trabajar los generadores privados y establecer una línea de gas licuado para resolver el problema en un mes.
Francesco Tabacchi, el candidato de CREO, cree que hay que vender a la empresa privada las empresas que no funcionan, como si alguien estuviera dispuesto a comprar algo que no sirve, y mientras tanto sigue subiendo videos de caballos en TikTok o en Instagram.
La sequía es total. En la campaña anterior, los candidatos hablaban. Yaku Pérez recorría el país prometiendo que vendería barriles de agua como exportamos petróleo. Andrés Aráuz, que extraería el oro de los teléfonos celulares para incrementar las reservas. Guillermo Lasso, vacunar contra el COVID a todo el país en cien días, subir el salario mínimo en diez dólares cada año, y crear dos millones de nuevos empleos, a través de convertir el Ecuador en un nuevo destino de inversiones.
Habían ideas. A tres meses de las elecciones no encuentro muchas que merezcan ser debatidas, analizadas, discutidas. Los candidatos están escondidos en espera de que CNE dispare el pistoletazo para empezar su desesperada carrera hacia la nada. Tras bastidores, los voceros de la mafia mueven sus hilos desde la sombra, probablemente con el apoyo del G2 cubano, que les sirve de altoparlante.
Ni siquiera Luisa González, la candidata del correísmo, parece visible. El único que habla, como si fuera candidato, sin serlo, es Guillermo Lasso, el político con mayor cantidad de apariciones públicas en las últimas cuatro semanas. Y Noboa, que recorre un país a oscuras, prácticamente solo, en un escenario de candidaturas fantasmas.
No podemos olvidar que al final del día la discusión se reduce a escoger al candidato que debe vencer en segunda vuelta al correísmo. Y que ese hombre puede ser el mismo Noboa. O Topic. O Cucalón. O incluso, Tabacchi. Vale.
- Carlos Jijón, director de LaRepública, ha sido Consejero de Gobierno del Presidente Guillermo Lasso hasta el 31 de marzo de 2022. Antes fue Decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad de las Américas en Quito. Empezó a ejercer el periodismo en 1982, ha dirigido el noticiero «Televistazo», de la cadena Ecuavisa, y «24 Horas» de Teleamazonas. Antes fue reportero de la revista Vistazo durante quince años, y luego Editor Político del Diario Hoy, donde ejerció también como Defensor del Lector. Tiene a su haber dos Premios Jorge Mantilla Ortega, entregados por el diario El Comercio y un Premio Eugenio Espejo, por la Unión Nacional de Periodistas.