La estrategia del Gobierno de Daniel Noboa dio sus mejores resultados a inicios de 2024, según los indicadores de cifras globales. En febrero, en el país hubo 370 asesinatos, una de las cifras más bajas en los últimos cuatro años. Sin embargo, para agosto del mismo año hubo un ligero aumento de asesinatos en el país.
Esto mayormente se debe a la militarización de provincias como Esmeraldas, Guayas y Manabí cuya reducción de los índices violentos se reducen en -46%, -19% y -11%. Otra provincia que ha tenido una notable reducción de índices de violencia es Pichincha con un -18% y Santa Elena con un -8%. La reducción de la tasa de homicidios en las provincias más conflictivas hace que las cifras globales de asesinatos de reduzcan en un 20% con respecto al año anterior.
No obstante, la intervención militar del Gobierno ha hecho que bandas narcodelictivas migren a otras provincias como Azuay, Orellana y El Oro que registraron un aumento del 60% en sus índices de crímenes violentos.