El Ejército israelí anunció este martes haber movilizado una cuarta división en territorio libanés, desplegada en el suroeste del país, en una jornada en la que Hizbulá lanzó, poco después del mediodía, más de 130 cohetes contra el norte de Israel en dos andanadas consecutivas.
La División acorazada 146ª tiene el mandato de realizar «actividades operativas limitadas, localizadas y específicas» en el sur de Líbano, según un comunicado castrense, y se suma a las divisiones 98ª, 36ª y 91ª, que ya operan en las áreas central y oriental del sur del país.
Según el diario The Times of Israel, el número total de soldados desplegados en Líbano puede ya superar los 15.000, con esas cuatro divisiones, en una operación que Israel sigue denominando de «limitada» pese ha haber ordenado ya la evacuación de más de 130 localidades libanesas.
Yossi Kuperwasser, general de brigada retirado y ex director general del Ministerio de Asuntos Estratégicos, estimó hoy en una conferencia de prensa que, si bien el objetivo inmediato de Israel es destruir armamento e infraestructura de Hizbulá, además de descabezar al grupo, el Ejército ya está trabajando en otros dos propósitos militares.
«El segundo esfuerzo (de esta guerra) consiste en impedir que Hizbulá pueda rearmarse», detalló Kuperwasser, que bajo esa premisa justificó el bombardeo de cruces fronterizos entre Siria y Líbano, así como el control marítimo y aéreo.
El tercer punto consistiría en destruir los túneles (que no llegan a conectar con el territorio israelí) e infraestructura fija en la frontera sur, según Kuperwasser, usada por las fuerzas de élite Radwan para armarse y refugiarse tras perpetrar ataques.
Solo con estos tres pasos, describió el experto, Israel estará más cerca de pode devolver a sus casas a los 60.000 desplazados de la divisoria norte, tras un año de enfrentamientos y dos semanas de escalada sin precedentes, que ha dejado más de 2.000 muertos en intensos bombardeos.
Ataques contra Israel
Este martes, Israel detectó también el lanzamiento de unos 135 cohetes contra el norte del país, 105 de ellos en dos andanadas consecutivas sobre las 12.40 hora local (09.40 GMT) contra la región de Galilea y Haifa, la tercera ciudad más grande del país.
La mayoría de los proyectiles fueron interceptados y solo algunos cayeron en zonas abiertas, informó el Ejército. Al menos una mujer de 71 años fue herida leve por metralla en el brazo. «La atendimos en el lugar y la evacuamos al hospital», detalló hoy un portavoz del servicio de emergencias israelí Magen David Adom (MDA).
Una hora antes, otros 25 cohetes habían sido disparados desde el país vecino contra la región norteña de Baja Galilea y la ciudad de Tiberíades.
«Es un interrogante quién está al mando en este momento», se pregunta Kuperwasser tras el asesinato el pasado 27 de septiembre del máximo líder de Hizbulá, Hasán Nasrala, y la desaparición tras un ataque el pasado viernes de quien más sonaba para sustituirle, Hashem Safieddine.
«Pero es un hecho que alguien está», continúa el analista. «Vemos que todavía tienen la capacidad de enviar cohetes y alguien tuvo que dar la orden de hacerlo».
Hace hoy un año, Hizbulá abrió fuego contra el norte de Israel en lo que describieron como un gesto de solidaridad con «el pueblo palestino» tras el inicio de la ofensiva israelí en la Franja de Gaza, que continúa doce meses después con cerca de 42.000 muertos.
«Ayer conmemoramos el día en que las Fuerzas de Defensa de Israel aprendieron una lección importante», dijo hoy el portavoz castrense para la prensa internacional, Nadav Shoshani, en alusión al primer aniversario de las masacres de Hamás del 7 de octubre.
«Es precisamente por esa lección que hoy estamos operando en el sur de Líbano. No esperaremos a que los terroristas que quieren vernos muertos continúen armándose y planeando la aniquilación de nuestros civiles», añadió. EFE (I)