Seúl, Corea
Decir que la ministra Mónica Palencia ha incumplido sus funciones: esa es la causal para que le sigan el obstinado, grosero y obsceno juicio político de parte de los llamados «asambleístas de la banda» del correísmo. La rabiosa e ilegal accionar de la presidenta de la Comisión de Fiscalización y Control Político de la Asamblea, nos dice claramente cuales son las apetencias e intereses, siempre buscando la impunidad del prófugo de Bélgica.
Decir que la ministra no ha podido controlar la grave inseguridad que vive el país con masacres diarias sicariatos, extorsiones, secuestros, actos de terrorismo, etc. Es más o menos como el enfermo que sufre de cáncer y que deliberadamennte han permitido que no se trate a tiempo y que sufre de metástasis de difícil y caro tratamiento, se le culpe al médico que le trata al enfermo terminal de no haberle curado de inmediato.
Todos conocemos que la terrible inseguridad van de la mano de la tremenda corrupción y es harto conocido quién es el verdadero mentor que propició y alentó esta situación, al recibir dinero de la narcoguerrilla de las FARC para su campaña electoral, que debilitó a la Fuerza Pública, igual destruyó a los organismos de inteligencia de FF.AA. y Policía, en especial al de control del narcotráfico, no renovó el convenio con los EE.UU. para que el Grupo de Avanzada (FOL en inglés,) opere desde la Base de Manta los aviones radares (Awars y Orión) los más sofisticados del mundo y controlen tanto las costa del Pacífico como la frontera de Ecuador con Colombia.
Lo mismo pasó con el sistema carcelario: se dejó que desde dentro de las cárceles operen y dirijan con ferocidad las acciones delictivas de las bandas criminales, igual se creó la tabla de consumo de estupefacientes que alentó el microtráfico.
Es terrible e inmenso el monstruo ha tenido que enfrentar la ministra Palencia y lo ha hecho con responsabilidad, valentía e inmenso patriotismo.
Esas son las verdaderas razones para que el Malvado Gargamel, desde el ático de Bélgica haya considerado que la Ministra Palencia es un serio obstáculo para sus apetencias y ha ordenado a sus empleados y empleadas que fungen de asambleístas que le sigan ese juicio groseramente obsceno. La valiente ministra Mónica Palencia, no está sola, tiene el respaldo de la mayoría de ecuatorianos.
