La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, derogó una ley que estaba vigente desde 1907, donde las personas acusadas en actos de infidelidad eran castigadas con pena de cárcel de hasta 3 meses.
Según Hochul, la eliminación de esta medida se debe a que el adulterio en el matrimonio debe ser tratada como un tema personal y no como un asunto judicial.«Es hora de eliminar este estatuto obsoleto de nuestros libros».
Para dicha ley, el adulterio era definido como “la relación sexual entre una persona casada y alguien que no fuera su cónyuge”. Fue creada en un contexto en el que la infidelidad era la única causa válida para un divorcio, se utilizó por primera vez en 1907, pero su aplicación fue extinguiéndose paulatinamente.
Desde los años 70, solo se registraron cinco condenas por este motivo, siendo el caso más reciente en 2010.
Con esta decisión, Nueva York deja atrás una norma que ya no tenía cabida en el contexto actual y refuerza la idea de que ciertos temas son responsabilidad exclusiva de los individuos involucrados.
Nota por: David Josue Quispe Franco.