El Gobierno de Perú oficializó este miércoles la Estrategia Nacional ante el Cambio Climático al 2050, con el objetivo de abordar «las causas y los efectos del incremento acelerado de las consecuencias adversas del cambio climático sobre la población y los medios de vida» del país andino.
La estrategia fue refrendada mediante un decreto supremo publicado en el diario oficial El Peruano, en el que se remarcó que se ha elaborado en concordancia con las políticas de estado del Acuerdo Nacional, el Plan Estratégico de Desarrollo Nacional al 2050 y la Visión del Perú al 2050, así como con la Ley Marco sobre Cambio Climático.
La norma, que fue aprobada por el Consejo de Ministros y deberá ser conducida por el Ministerio del Ambiente, plantea entre sus objetivos prioritarios la reducción del riesgo climático en los sujetos vulnerables y de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en los sistemas de transporte a nivel nacional.
Además, reducir las emisiones de GEI por uso de la tierra, cambio de uso de la tierra y silvicultura, en la agricultura y en los procesos industriales y en el uso de sustancias químicas refrigerantes, así como mejorar la gobernanza en materia de cambio climático en los actores estatales y no estatales.
Esta política deberá ser cumplida de manera obligatoria hasta el 31 de diciembre de 2050 por todas las entidades de la administración pública, así como por las personas jurídicas de derecho privado y la sociedad civil, en cuanto les sea aplicable.
La estrategia señala que un reciente informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) «refiere que, es inequívoca la influencia humana sobre el calentamiento de la atmósfera, el océano y la tierra, y los cambios rápidos y generalizados en la atmósfera, el océano, la criósfera y la biosfera».
Por ese motivo considera que las consecuencias adversas del cambio climático sobre la población y los medios de vida en Perú pueden ocasionar «una disminución de la competitividad y productividad del país y la reducción del desarrollo humano, afectando el bienestar de la sociedad del país».
Ante esto, refiere que la «situación futura deseada» considera que Perú deberá haber afrontado estas consecuencias mediante nuevas medidas de adaptación que permitirán reducir en 2050 el 30 % de daños, pérdidas y alteraciones desencadenadas por los peligros asociados al cambio climático.
Además, que las emisiones netas de GEI a 2030 deberán alcanzar un máximo de 179 millones de toneladas de CO2 en cumplimiento del Acuerdo de París, y al 2050 ser iguales a cero «a través de un equilibrio entre las emisiones y absorciones».
Por lo tanto, durante los próximos treinta años, las acciones del Estado estarán orientadas hacia el logro de la «situación futura deseada» en atención a las causas identificadas y procurando que se involucren todos los actores estatales y no estatales relacionados a la implementación de las medidas de adaptación y mitigación climática en Perú. EFE (I)