El reloj corre a toda prisa y el presidente francés, Emmanuel Macron, tiene todos los focos fijados en su persona para nombrar un nuevo primer ministro, una carrera que le ha llevado a acortar el viaje que efectúa este jueves en Polonia.
Tras la reunión de todos los partidos políticos, excepto la extrema derecha y la izquierdista La Francia Insumisa (LFI), del pasado martes por la tarde, Macron se comprometió a elegir a un nuevo jefe del Ejecutivo en 48 horas.
Una información que fue confirmada de forma oficiosa este miércoles por el Elíseo, que precisó que ese nombramiento se formalizaría tras su regreso de Polonia.
El avance de su viaje con respecto al programa inicial se interpreta como que Macron puede comunicar el nombre del primer ministro esta misma tarde.
Pero el reloj corre y las posturas políticas no parecen acercarse, con declaraciones de unos y otros tendentes más a descartar nombres que han sonado en los últimos días que a tender puentes.
En ese contexto, el presidente puede retrasar el anuncio del sustituto del conservador Michel Barnier, en funciones tras haber sido tumbado la semana pasada por una moción de censura apoyada por la izquierda y la extrema derecha.
Tras la moción de censura, socialistas, comunistas y ecologistas se abrieron a negociar un nuevo Gobierno con los partidos ‘macronistas’ e, incluso, con la derecha moderada. Pero impusieron una condición previa, que el nuevo primer ministro sea de izquierdas.
Varios nombres se han filtrado como posibles primeros ministros sin que ninguno de ellos despierte una adhesión general entre los partidos.
El favorito sigue siendo el centrista François Bayrou, aliado de primera hora de Macron, que la izquierda veta sin ninguna duda.
El ex primer ministro socialista Bernard Cazeneuve puede contar con el apoyo de su partido, aunque sin demasiado entusiasmo, porque ha tomado distancias con la actual dirección. Pero la dirigente ecologista, Marine Tondelier, ya ha asegurado que no aprobaría el nombramiento.
Hay otras figuras de la izquierda que también suenan y que se han descartado personalmente. Es el caso del exministro de Exteriores Jean-Yves Le Drian, exsocialista antes de convertirse en ‘macronista’, o el ex dirigente sindical moderado Laurent Berger.
Sobre la mesa también hay nombres surgidos del actual Ejecutivo, como el titular de Defensa, Sébastian Lecornu, o la de Trabajo y Sanidad, Catherine Vautrin, pero que la izquierda considera continuadores de la política ‘macronista’.
Cada vez son más las voces que piden al presidente que apueste por una figura de la sociedad civil sin adscripción política clara, para romper el bloqueo que existe en la Asamblea Nacional, sin que emerja ningún nombre en ese sentido.
Con todos esos elementos, el Elíseo no descarta que el presidente se tome más tiempo para nombrar a su nuevo primer ministro. EFE (I)