
Guayaquil, Ecuador
El resultado electoral del 9 de febrero presenta, por primera vez en muchos años, una marcada concentración de votos tanto para la Presidencia de la República como para la conformación de la Asamblea en dos corrientes políticas con visiones de país claramente diferentes.
Los ecuatorianos deberemos escoger después de dos meses, el 13 de abril por el modelo económico y social que creemos sacara al país adelante y ofrecerá a los ciudadanos un país con oportunidades de elevar su nivel de vida en un entorno de paz, estabilidad, institucionalidad, ética, honestidad y justicia.
La primera opción en función de los resultados finales es la de ADN 7, que con margen muy apretado ganó las elecciones.
Su propuesta es la de un estado más alineado con el libre mercado, la descentralización del poder y una visión menos intervencionista del Estado, lo que estimula la generación de empleo a través de la empresa privada promoviendo la inversión extranjera y domestica, el comercio exterior, la estabilidad fiscal y la seguridad jurídica.
Una frontal defensa de la dolarización.
Un capítulo aparte merece su ataque frontal a la delincuencia organizada y el narcotráfico.
La otra opción, que llegó en un empate técnico es la Revolución Ciudadana 5, propone el retorno a un modelo de gobierno que sigue las ideología y plan de acción del Socialismo del Siglo XXI que gobernó Ecuador con el Presidente Rafael Correa , Bolivia con Evo Morales, Argentina con los Kirchner y hoy continúa gobernando Cuba, Nicaragua y Venezuela todos gobiernos caracterizados por una estado fuerte, intervencionista y en permanente conflicto con las organizaciones sociales, la prensa y el sector privado de la economía.
Estas políticas no estimulan el crecimiento económico sostenible lo que significa que no hay inversión ni empleo generado por el sector privado. En el caso del Ecuador, este modelo pone en peligro la dolarización.
Su manejo de la justicia y su institucionalidad así como su políticas de migración y fronteras además del manejo de las relaciones internacionales ideologizadas dinamizaron la infiltración de algunas organizaciones criminales tanto nacionales como internacionales en nuestra estructura social.
Le toca al pueblo ecuatoriano revisar la historia y analizar objetivamente las opciones que tiene para su futuro y el de su familia, verificar las información y las propuestas y tomar una decisión razonada en esta disyuntiva tan crítica para el futuro del Ecuador.
