
Guayaquil, Ecuador
Más conocidos como mercenarios, del latín mercenarius, es un soldado o una tropa que por dinero sirve en la guerra a un poder extranjero; resulta inaudito que en pleno Siglo XXI haya países que para defender sus intereses recurran a mercenarios, también identificados como soldados de fortuna.
Normalmente en los países democráticos forman a sus soldados profesionales bajo principios morales de lealtad y patriotismo para que defiendan la soberanía e integridad territorial de su patria, si es necesario con su vida.
Los países que recurren a mercenarios quiere decir que no confían en sus tropas, el caso reciente es de Rusia, gobernada por el dictador Wadímir Putin que invadió Ucrania, recurrió al Grupo Wagner, un ejército de mercenarios que lideraba un aventurero llamado Yevgueni Prigozhin, que murió en un misterioso accidente aéreo.
El Grupo Wagner disponía de alrededor de 25 mil mercenarios, una gran parte eran delincuentes liberados de las cárceles, el costo de mantener estas tropas se calculaba en 100 millones de dólares mensuales. Maquiavelo, hace 500 años, sobre los mercenarios advertía: “No tienen otro amor ni otro motivo que los lleve a la batalla que la paga del príncipe, la cual, por otra parte, no es suficiente para que deseen morir por él”.
Como dice el aforismo popular, así mal paga el diablo a sus devotos. Prigozhin y sus tropas mercenarias se amotinaron contra su protector Putin, gracias a la mediación de su aliado Lukashenko, dictador de Bielorrusia, no hubo un enfrentamiento fratricida (rusos contra rusos) que pudo terminar en una guerra civil (así funcionan las tropas mercenarias). En todo caso Prigozhin se atrevió a desafiar al todopoderoso Putin, ese atrevimiento le costó la vida a él y a sus principales lugartenientes.
El peligro de emplear tropas mercenarias, Nicolás Maquiavelo lo advirtió hace 500 años: “… el príncipe cuyo gobierno descanse en soldados mercenarios no estará nunca seguro ni tranquilo, porque están desunidos, porque son ambiciosos, desleales, valientes entre los amigos, pero cobardes cuando se encuentran frente a los enemigos; porque no tienen disciplina, como no tienen temor de Dios ni buena fe con los hombres; de modo que no se difiere la ruina sino mientras se difiere la ruptura; y ya durante la paz despojan a su príncipe tanto como los enemigos durante la guerra, pues no tienen otro amor ni otro motivo que los lleve a la batalla que la paga del príncipe, la cual, por otra parte, no es suficiente para que deseen morir por él”.
La prensa informa sobre la reunión del presidente Noboa con Erik Prince, antiguo oficial de la Marina norteamericana con quien estableció una “alianza estratégica”. Prince fundó en 1997 una escuela de operaciones especiales bautizada con el nombre Blackwater para “reforzar la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado en el país”.
Blackwater desde su creación ha logrado contratos federales millonarios, convirtiéndose en la contratista de seguridad más grande del Departamento de Estado, proveyendo guardias de seguridad a embajadas y a bases militares norteamericanas.
Las actividades de Prince han sido cuestionadas por sus “trabajos” en Irak, por violar el embargo de armas en Libia y tratar de derrocar al gobierno de ese país; igualmente emplear mercenarios en Sudán, en Somalia y en septiembre de 2024 se conoció que se unió a un grupo que intentaba derrocar al dictador de Venezuela.
El presidente Noboa debe pedir apoyo para hacerle frente a las organizaciones criminales del terrorismo y narcotráfico a los países de mayor demanda de la droga, porque son corresponsables de esta tragedia. Exigir a los gobiernos de los países vecinos, Perú y especialmente de Colombia una acción eficaz en el control de sus fronteras. Igualmente demandar a los parlamentarios Andinos que gestionen un real apoyo a los países miembros de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) que asuman la responsabilidad que les corresponde.
No hay que olvidar la sentencia de Maquiavelo: “el príncipe cuyo gobierno descanse en soldados mercenarios no estará nunca seguro ni tranquilo”.
