
El líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y virtual canciller alemán, Friedrich Merz, defendió este martes los planes de reforma constitucional que deben hacer posible un aumento del gasto en Defensa e inversiones en infraestructura y protección del clima aludiendo a la guerra de Rusia contra Europa.
«Una reforma constitucional de este calado sólo se justifica bajo circunstancias especiales. La principal de esas circunstancias es la guerra de Vladímir Putin contra Europa», dijo Merz en el debate de la Cámara Baja al termino del cual se deberá aprobar la reforma constitucional en segunda y tercera lectura.
«No es sólo una guerra contra la integridad de Ucrania sino contra toda Europa con sabotajes, desinformación y asesinatos en nuestros territorio», recalcó en el pleno extraordinario del Congreso saliente, en el que cuenta en principio con socialdemócratas y ecologistas con la mayoría de dos tercios necesaria para sacar adelante el plan de rearme y de relanzamiento de la economía germana.
El copresidente del Partido Socialdemócrata (SPD) y jefe del grupo parlamentario, Lars Klingbeil, defendió también los planes de reforma aludiendo tanto a la situación de seguridad como a la necesidad de hacer inversiones en infraestructura.
«De un lado tenemos a una Rusia agresiva y de otro lado a unos EEUU impredecibles. Son un defensor de la alianza transatlántica pero Europa tiene que tomar su seguridad en sus manos», dijo.
Klingbeil celebró que se hubiera podido llegar a un compromiso histórico y dijo que ello tal vez diferencia a Alemania de otros países donde los partidos de centro se bloquean entre sí y dan alas a los radicales.
La reforma constitucional es el resultado de un acuerdo entre el grupo parlamentario conjunto de la CDU y la Unión Socialcristiana (CSU), el Partido Socialdemócrata y Los Verdes, y Merz quiere sacarla adelante aún en la Cámara Baja vigente, donde los conservadores, socialdemócratas y Los Verdes tienen la mayoría necesaria.
En el nuevo Bundestag, que se constituirá el próximo día 15, la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) y La Izquierda podrían bloquear esa mayoría de dos tercios.
La reforma modifica el llamado freno a la deuda que contempla que el nuevo endeudamiento no puede estar por encima del 0,35 % del PIB.
En el futuro el gasto en defensa que supere el 1 % del PIB no estará sometido al freno a la deuda.
Además, se crea un fondo especial para inversiones en infraestructura dotado con 500.000 millones de euros que deberán gastarse en un período de 12 años y que se financiara con créditos, al margen del freno a la deuda. EFE (I)