
La que sería la ultima aparición en público del papa Francisco, cuando aún convaleciente de su infección respiratoria, apareció en el balcón de la logia central de la basílica de San Pedro para la bendición Urbi et Orbi tras la misa del Domingo de Resurrección.
En su última bendición, que debido a sus problemas respiratorios, lo leyó un maestro de ceremonias, Diego Ravelli, el papa Francisco rechazó «la carrera general al rearme» e insto «a usar los recursos disponibles para ayudar a los necesitados, combatir el hambre y promover iniciativas que impulsen el desarrollo».
El papa Francisco estuvo ausente en todos los ritos de la Semana Santa al seguir convaleciente tras su hospialización, pero apareció en el balcón de la logia central de la fachada de la basílica de San Pedro para la bendición Urbi et Orbi.
«La paz tampoco es posible sin un verdadero desarme. La exigencia que cada pueblo tiene de proveer a su propia defensa no puede transformarse en una carrera general al rearme», aseveró Francisco.
