
La ONU confirmó este martes que la malnutrición aumenta rápidamente en Gaza como resultado del bloqueo al ingreso de ayuda humanitaria gestionada por organizaciones independientes, mientras que más de 6.000 camiones con asistencia vital y preparados para entrar no reciben de las autoridades israelíes la autorización para hacerlo.
Esos vehículos se encuentran en zonas de Egipto y Jordania, a escasas horas del enclave palestino, dijo la portavoz de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Juliette Touma, por videoconferencia desde Amán con corresponsales acreditados ante la ONU en Ginebra.
«Mientras la desnutrición entre los niños se extiende por el enclave devastado por la guerra, UNRWA tiene más de 6.000 camiones de alimentos, suministros de higiene y medicamentos fuera de Gaza, a la espera de entrar», recalcó.
La fecha de caducidad de parte de los suministros se aproxima..
Actualmente uno de cada diez niños evaluados en los centros sanitarios de UNRWA está desnutrido, cuando antes de la guerra entre Hamás e Israel la desnutrición aguda «era algo raro en Gaza», aseguró a portavoz..
«Los medicamentos, los suministros nutricionales, el material de higiene y el combustible se están agotando rápidamente. La UNRWA se quedó sin alimentos a finales de abril», sostuvo.
Asimismo, agregó que el 60 % de los medicamentos esenciales, como los utilizados para la hipertensión y los antibióticos para adultos, se han agotado.
Durante el alto el fuego que se aplicó entre mediados de enero y marzo de este año, la ONU proporcionó a la población gazatí una cantidad de ayuda suficiente para revertir la tendencia de agravamiento de la hambruna, pero Israel optó por sustituir este sistema por otro que controla directamente y que Estados Unidos financia.
El resultado ha sido la muerte en un mes y medio de 875 gazatíes cuando iban a buscar comida en ataques perpetrados por los propios efectivos armados que resguardan los puntos de distribución israelíes y, en otros casos, por las fuerzas militares, precisó hoy el portavoz de la Oficina de Derechos de Naciones Unidas., Thameen Al-Kheetan. EFE (I)