
Guayaquil, Ecuador
Usualmente los sastres debajo de su mostrador tienen un cajón en donde guardan de todo: pedazos de telas, botones, tijeras, hilos, cierres, dedales, agujas, etc. El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (DRAE), cajón de sastre lo define como “el conjunto de cosas diversas y desordenadas”. Igualmente, en la casa, se tiene un costurero, normalmente es una caja de madera o metal que hace honor a lo señalado por el DRAE.
El diario Hoy de la capital, perseguido por Correa hasta ahogarle económicamente, tuvo que cerrar sus puertas. Entre sus columnas tenía la llamada Cajón de Sastre, en la que se publicaban los más variados temas, sobre todo de política, dejando entrever con suspicacia lo que el régimen que imperaba no quería que se publique.
Emulando a tan ingeniosos periodistas del diario Hoy, me atrevo a escribir esperando que éste no sea un cajón de desastres:
Los periodistas han insistido ante la vocera del gobierno, preguntándole sobre quién o quiénes financiaron la marcha del martes, convocada por el presidente de la República, para exigir que la Corte Constitucional apruebe las preguntas que plantea para la consulta popular. A decir de los «Politizados», al no tener una respuesta que convenza a los preguntones, con seguridad fue el Espíritu Santo.
Uno de los temas que ha propiciado la discusión y las más variadas respuestas ha sido si se debe o no enjuiciar a los magistrados de la Corte Constitucional (CC). Bien se dice “entre dos abogados, tres opiniones”, pero da la casualidad que el pelado (no el dibujante) sino el asambleísta y abogado Andrés Castillo manifiesta que sí es posible enjuiciar a los jueces de la CC, pero no por sus fallos, en este tema concuerda el abogado Eduardo Carmigniani, que en una entrevista con el periodista Carlos Vera, dejó bien claro, en una verdadera clase magistral, que los magistrados no pueden ser enjuiciados por sus fallos.
La bronca entre la prefecta del Guayas, Marcela Aguiñaga y el alcalde de Guayaquil por la suspensión del paso a desnivel de Los Ceibos, va escalando, entre otras linduras, a modo de consejo propone: “Hay que decirle al alcalde que respire un poquito y se tranquilice”. Para variar, la prefecta ha confesado su amor invariable por Correa pero dice: “Hoy, el Ecuador de Rafael Correa no existe más”.
Sobre el tema siempre tan complejo e irresuelto, me refiero al IEES, la investigación sobre los hospitales, concretamente sobre las derivaciones a las clínicas y hospitales particulares es realmente escandaloso. Se habla de 8 mil millones de dólares, merece una investigación exhaustiva, ojalá no solo se quede con la manida frase “hasta las últimas consecuencias” y “caiga quien caiga”.
Para variar, la noticia de que el futbolista ecuatoriano Moisés Caicedo, jugador del Chelsea, de 23 años, gana la «pequeña» cantidad de 948 mil dólares al mes, a esto se suma un bono anual de 1 millón 700 mil dólares, sumado todo anualmente recibe, nada más ni nada menos que 12 millones 300 mil dólares. Graduarse de médico, abogado, arquitecto, peor militar, etc. hacer una maestría, luego un doctorado y PHD ¿Para qué?

Por último, el dictador Nicolás Maduro debe poner los bigotes al remojo. Estados Unidos ofrece 50 millones por su captura; igual, por sus dos corifeos, por Diosdado Cabello ofrece 25 millones y por el general Vladimir Padrino, 15 millones. Ojalá se anime algún militar, quedará como héroe y millonario sin ser parte del Cartel de los Soles.
Hasta la próxima.