El huracán Melissa dejó tres islas sin electricidad en las Bahamas

Un hombre cruza un río crecido mientras carga a un niño este miércoles, en el poblado de Guama en Santiago de Cuba (Cuba). Melissa se aleja de Cuba convertido en un huracán de categoría 2, con vientos máximos sostenidos de hasta 160 kilómetros por hora, y comienza a dirigirse hacia las Bahamas, tras provocar inundaciones, crecidas de ríos y corrimientos de tierras en el este cubano. EFE/ Ernesto Mastrascusa

Las autoridades de Bahamas reportaron este jueves que el huracán Melissa, que tocó el miércoles tierra en el país caribeño como categoría 1, afectó a infraestructuras, dejó carreteras anegadas y sin electricidad a Rum Cay, San Salvador y Long Island, donde se inundó el aeropuerto de Deadman’s Cay.

«Hay informes de viviendas y estructuras dañadas, y en algunas zonas los escombros han dejado varias carreteras intransitables. Se han registrado importantes inundaciones, y algunas carreteras solo se pueden cruzar utilizando maquinaria pesada. El aeropuerto de Deadman’s Cay también está inundado», explicó en una rueda de prensa Adrian Gibson, diputado de Long Island.

Ragged Island, Long Island, Acklins, Crooked Island, Long Cay, Samana Cay, Rum Cay y San Salvador son las islas que sufrieron el mayor impacto del ciclón.

Por su parte, Frances Barr, la administradora de San Salvador y Rum Cay, dijo que ambos territorios insulares están sin servicio de energía eléctrica y en San Salvador se notificaron importantes daños en sus infraestructuras y muchos postes de luz caídos.

Por otro lado, la administradora de Crooked Island, Kate Williamson, precisó que los 64 residentes que se quedaron en la isla durante el paso de Melissa, estaban a salvo y localizados, y los daños son mínimos.

El primer ministro de Bahamas, Philip Davis, mostró el miércoles en la Asamblea Legislativa, su solidaridad con sus «hermanos y hermanas» de los países vecinos del Caribe, tras la devastación provocada por Melissa.

«Les expresamos nuestra solidaridad en estos momentos de necesidad, al igual que ellos nos apoyaron tras el paso del huracán Dorian. El Caribe es una familia, y en momentos como estos, esa verdad se hace evidente. Cuando uno de nosotros sufre, todos sentimos el dolor», mencionó Davis.

«Como bahameños, sabemos el precio que pueden tener estas tormentas. Pero también conocemos la resiliencia de nuestro pueblo. Nos hemos preparado para este momento. Y una cosa es segura: pase lo que pase, reconstruiremos, nos recuperaremos y volveremos a levantarnos», sentenció el mandatario bahameño.

Cerca de 1.500 personas fueron evacuadas de las islas que estaban bajo alerta en el sureste del país antes de que se suspendieran los vuelos, según informó ayer en el Parlamento bahameño el ministro de Estado responsable de la gestión de Riesgos de Desastres, Leon Lundy.

Melissa, ahora de categoría 2, avanza este jueves hacia Bermudas, tras dejar un rastro de destrucción y más de una treintena de víctimas mortales en Haití, Jamaica y Cuba. EFE (I)

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