Documental examina violaciones en ejército de EEUU

PARK CITY, Utah, EE.UU. (AP) — El Departamento de la Defensa calcula que más de 19.000 hombres y mujeres en el ejército fueron atacados sexualmente por soldados compañeros en 2010 mientras servían en las fuerzas armadas estadounidenses. Al menos el 20% de las mujeres en servicio y el 1% de los hombres — unos 500.000 soldados — han experimentado trauma sexual durante su servicio.

Estas alarmantes estadísticas motivaron al documentalista Kirby Dick y la productora Amy Ziering a realizar «The Invisible War» (La guerra invisible), un filme que examina la epidemia de violaciones dentro del ejército, cómo afecta a sus víctimas y por qué tan pocos casos son procesados. La película debutó en el Festival de Cine de Sundance, donde compite en la sección de documentales estadounidenses.

Las estadísticas «simplemente eran tan pasmosas que al principio no lo creímos», dijo Dick, agregando que de igual modo le sorprendió que no se hubiese hecho ninguna película sobre el tema.

A través de entrevistas con personas que han sido violadas y autoridades militares, «The Invisible War» sugiere que no es sólo la violencia y el acoso lo que traumatiza a las víctimas sino la ausencia de justicia imparcial y las represalias que a menudo viven tras denunciar el incidente. El único recurso judicial de un soldado o soldada violada es reportar el ataque a su comandante — incluso si éste fue el atacante — y en manos de éste está investigar y procesar, sin importar la evidencia.

Un estudio del 2009 muestra que sólo el 8% de los violadores militares son procesados.

«The Invisible War» le presenta a los espectadores a Kori Cioca, quien desertó la Guardia Costera tras haber sido golpeada y violada por su supervisor. Cinco años después, todavía sufre de trastorno por estrés postraumático y está esperando que la Administración de Veteranos de Guerra apruebe una cirugía que necesita para reparar las lesiones que sufrió durante el ataque. El perpetrador, quien sigue sirviendo en la Guardia Costera, la golpeó con tanta fuerza que le dislocó permanentemente la mandíbula, según la película.

Los espectadores también conocen a la primera teniente del cuerpo marino Ariana Klay, quien sirvió en Irak antes de ser violada por un oficial senior y un amigo de éste durante un emplazamiento en el Cuartel de la Marina élite en Washington. El esposo de Klay, también un infante de marina, lloró al describir su preocupación y temor de que su esposa se suicidara.

Otras víctimas de violación incluidas en el documental, incluyendo a Cioca, dijeron que contemplaron quitarse la vida.

Dick y Ziering recorrieron el país para entrevistar a unas 70 víctimas de violaciones militares.

«En verdad no estábamos listos para todos los casos que escuchamos», dijo Ziering. «Tenían muchas similitudes y todos eran igual de horrorosos».

Pero los cineastas dijeron que mantuvieron su optimismo a lo largo del proyecto y que les gratifica la recepción que el mismo ha tenido en Sundance, donde políticos como la senadora federal Barbara Boxer de California; la representante federal Jackie Speier, el vicegobernador Gavin Newsom y el representante federal Mike Turner de Ohio asistieron a la premiere. La laureada cantante Mary J. Blige también ha prometido escribir una canción original para la película.

«Nuestra mayor esperanza era y sigue siendo que el haber capturado las experiencias de los sobrevivientes y sus traumas ayude a cambiar la situación de cientos de miles de hombres y mujeres que están en las fuerzas armadas», manifestó Dick.

También hay «un historial esperanzador», añadió, porque cuando el ejército se propuso prohibir la segregación y el racismo que reinaba entre las tropas a principios de los años 60, hicieron grandes progresos en sólo una década. «Pueden hacer lo mismo con esto», dijo. Entonces, ¿por qué no lo hacen?

«No se lo toman con la debida seriedad», lamentó Ziering. «En verdad no ven, y esperamos que el filme muestre, las repercusiones que esto tiene. Ellos no entienden la magnitud del daño y cómo en realidad se trata de un asunto de seguridad nacional, que también le cuesta a los contribuyentes millones de dólares sólo en cuidado para personas con este tipo de trauma». «Una vez que este mensaje les llegue, estarán motivados a hacer un cambio, porque es obvio. Tienen que hacer algo».

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Sitio web imágenes interiores: cine3.com;

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