Lorenzo Silva: En Latinoamérica aprecian más los libros que en Europa

Lorenzo Silva, escritor español. Foto de www.abc.es

Panamá, (EFE).- Los lectores latinoamericanos sienten más aprecio por los libros y por el placer de leer que los europeos, que están obnubilados con la espectacularidad de las nuevas tecnologías, dijo en una entrevista con Efe en Panamá el escritor español Lorenzo Silva.

«En algunos países de América Latina he detectado más aprecio por el fenómeno cultural que representan los libros y la lectura que en las sociedades europeas, en particular la española, que están muy deslumbradas por la irrupción de la tecnología», afirmó el autor, considerado uno de los mayores referentes de la novela negra en España.

El desinterés por la cultura tradicional, apuntó Silva, no aqueja solamente a los jóvenes europeos: «Las nuevas ventanas han conseguido trastornar a todas las generaciones».

«No hay más que ver el fenómenos ‘pokémon’. No son solo veinteañeros, he visto a personas muy mayores persiguiendo muñequitos con el teléfono», señaló entre risas el novelista, que se encuentra en Panamá para presentar su último libro, «Donde los escorpiones», una nueva aventura de su famosa pareja de investigadores, Bevilacqua y Chamorro.

Silva, que ha recibido importantes premios literarios como el Nadal o el Planeta, lamentó también que mucha gente considere «que el libro es una antigualla, que no puede competir ni en agilidad ni en espectacularidad ni en brillantez con el lenguaje audiovisual».

El autor de obras tan conocidas como «La flaqueza del bolchevique» y «El alquimista impaciente», abogó durante la entrevista con Efe por crear un espacio literario entre los países de habla hispana para fomentar el intercambio y la promoción del idioma, «tal y como hacen los anglosajones».

«Nuestro país tiene ahí una responsabilidad importante porque somos los creadores del idioma. No tiene sentido que un argentino tarde meses en encontrar una novedad española en las librerías de su país, o que a un chileno le cueste trabajo encontrar qué libros se están publicando en este momento en Uruguay», protestó.

Según el novelista, la creación de estos espacios y la eliminación de los «enormes» aranceles que existen en los países hispanos para los productos culturales ayudarían «sin duda» a que las literaturas en español se conociesen más allá de sus fronteras y dejasen de estar «confinadas nacionalmente».

«La hispanidad es eso y no sentar a 25 jefes de Estado con todo su séquito a beber y meterse mil banquetes durante una cumbre», denunció con ironía.

Silva, que además de ser un prolífico escritor dirige desde hace años en España el festival de novela policiaca Getafe Negro, se confesó un amante de la cultura latinoamericana y no descartó ambientar alguna de las aventuras de su pareja de guardias civiles en el continente americano.

«Hay una deuda que tengo que cumplir en algún momento. Bevilacqua nació en Uruguay y no ha vuelto en más de 40 años. Bevilacqua volverá a Montevideo en algún momento, no sé la razón, tengo aún varios argumentos en mente», confesó.

Precisamente, en su última novela, Bevilacqua y Chamorro viajan por primera fuera de España para investigar el asesinato de un militar en la base de Herat, en el oeste de Afganistán, donde las tropas españolas estuvieron presentes desde 2002 hasta noviembre de 2015.

«La intervención (española) en Afganistán no ha sido muy eficaz pero tenía una legitimidad que no tenía la de Irak», afirmó.

El autor, que viajó a Herat en 2014, se sigue preguntando desde entonces cómo es posible que «desde un país tan atrasado y remoto se pudiese planear, dirigir y ejecutar con éxito un ataque en el corazón de los Estados Unidos, un país que nunca fue golpeado en ninguna de las dos guerras mundiales anteriores».

«Afganistán es quizá el choque más extremo entre la visión occidental del mundo y la visión más antagónica ahora mismo, que es la que representa el yihadismo. Además, es el detonante inmediato de la guerra planetaria que estamos viviendo hoy en día», dijo.

Una guerra, que en palabras de Silva, es «asimétrica, no convencional, no declarada, secreta en muchos aspectos y privatizada». EFE (I)

Más relacionadas