315 millones del PSG a la deriva

Nadie podía prever un arranque semejante del nuevo rico de Europa. Tres partidos, tres empates. El Paris Saint Germain había sido la estrella del mercado estival. Copó las portadas de todos los medios y estaba en boca de medio mundo futbolístico. El primero en llegar a la ciudad del amor fue Ezequiel Lavezzi, que aterrizó de Nápoles previo pago de 32,6 millones de dólares. Tras el argentino llegaba una de las bombas del verano. El PSG se hacía con los servicios de dos de las estrellas del otrora transatlántico Milán por 79 millones. Zlatan Ibrahimovic y Thiago Silva completaban una plantilla que debía luchar por todo.

Pero ahí no iba a acabar la inversión del jeque Nasser Al-Khelaïfi. El club parisino pagaba 13,8 millones por Marco Veratti, un centrocampista italiano de 19 años que había disputado la serie B (segunda división del calcio) con el Pescara. De ‘postre’ el jeque regalaba a sus aficionados a la perla brasileña Lucas Moura. Pretendido por los más grandes de Europa, Real Madrid inclusive, los petrodólares convencían al habilidoso mediapunta de que la liga francesa era la mejor para él. 54 millones de euros provocaron que el Sao Paolo aceptara vender a su estrella, que no se incorporará hasta Diciembre por no tener el club francés fichas extracomunitarias libres.

A esa inversión habría que sumar los 54 millones que hace un año pagaron para convencer a Javier Pastore de que en París tendría trato de estrella. Kevin Gameiro desechaba el Valencia para unirse al faraónico proyecto tras pagar el club parisino 15 millones al Lorient. Mohamed Sissoko, Jeremy Menez, Blaise Matuidi,  Milán Bisevac, Salvatore Sirigu y Maxwell llegaban por 44 millones en total.

En definitiva, 312 millones invertidos en dos veranos y un invierno para no lograr ningún título. La temporada pasada, el Montpellier, con uno de los presupuestos más bajos de las grandes Ligas Europeas le comía la tostada al conjunto de Ancelotti y se alzaba con el título liguero. En Europa las cosas no le fueron mejor, ya que caían eliminados en la fase de grupos al quedar tercero por detrás del Athletic y del Red Bull Salzburgo.

Más grave si cabe es el arranque de esta temporada. Tras tres jornadas, suma tres puntos gracias a los tres empates cosechados. Es decir, todavía no conoce la victoria. Las críticas arrecian en Francia ante un conjunto que por sí solo ha gastado tres veces más que el resto de clubes de la Liga Francesa y donde muchos de ellos se han visto debilitados por las ventas de sus estrellas. El actual campeón tuvo que vender a su referente en ataque, Olivier Giroud, por 15 millones al Arsenal. Mientras el Lille se desprendía de su crack, Eden Hazard, tras pagar el Chelsea 50 millones.

Conjuntos históricos como el Olympique de Lyon, el Marsella y el Girondins de Burdeos no han invertido ni un solo euro este verano. Tras la disputa de las tres primeras jornadas para encontrar al PSG en la clasificación hay que bajar hasta la duodécima posición, a seis puntos del Marsella y cuatro del Lyon, Valenciennes, Toulouse y Girondins. Una muestra más de que el dinero no garantiza el éxito en el deporte.

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