La FIFA saluda a su santidad Francisco

El miércoles 13 de febrero de 2013 una noticia recorrió el mundo: el Cardenal argentino Jorge Bergoglio resultó electo como el primer Papa americano de la Iglesia Católica, además del primero no europeo desde la creación de los Estados Pontificios. El Sumo Pontífice optó como nombre Francisco, haciendo así honor a san Francisco de Asís, más conocido como el santo de los pobres por la vida simple y austera que eligió vivir.

En una misiva dirigida personalmente al nuevo Papa, el Presidente de la FIFA Joseph S. Blatter lo congratuló por su designación. “Dirijo a Usted mis más cálidas y sinceras felicitaciones por Su elección como Sumo Pontífice de la Iglesia Católica. Su elección es motivo de felicidad y alegría universales”, afirmó el máximo mandatario de la FIFA.

En el marco de semejante noticia, hubo un aspecto de la vida de Bergoglio que rápidamente tomó estado público: su pasión por el fútbol y, más específicamente, por San Lorenzo de Almagro, uno de los clubes más importantes del fútbol argentino.

Este detalle, por su supuesto, no pasó inadvertido para Blatter. “El mundo del fútbol también se alegra por Su designación, porque ha sabido que Su Santidad es una gran apasionado de nuestro deporte, y de un equipo apodado ‘la Santa escuadra’… ¡Su elección, Santidad, no podría haber sido más apropiada!”, exclamó amablemente el Presidente de la FIFA.

Si bien Bergoglio heredó dicha simpatía de su padre antes de volcarse al catolicismo, su cariño por dicha institución es hoy otra manera de expresar su fe: fundado en 1908, el club se llamó San Lorenzo en honor al párroco salesiano Lorenzo Mazza, quien permitió a un grupo de niños usar los terrenos de su capilla como campo de juego, evitándoles así los peligros que enfrentaban por patear el balón en las calles del humilde barrio de Almagro.

“Usted lleva a Roma y al mundo el testimonio de un catolicismo sin límites, presente en la sociedad con una fuerte impronta espiritual y pastoral. Sin querer poner al mismo nivel la fe en Dios con la fe en el fútbol, ambos tienen valores en común. El fútbol, como la fe en Dios, puede construir puentes, llevar alegría y esperanza y, sobre todo, unir los pueblos de todo el mundo”, agregó Blatter.

“Le envió mis más fervientes y sinceros saludos, así como los de todo el mundo del fútbol. Le deseo mucha fuerza y que Dios Lo proteja. Y que nos proteja, tal vez, un poco a nosotros, a nuestro deporte y a nuestros aficionados sin importar el color de la camiseta. Lo necesitamos”, concluyó su carta el Presidente de la FIFA.

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