La lluvia no empaña llegada triunfal de Carapaz a su pueblo natal en Ecuador

La insistente e intermitente lluvia no aguó la fiesta a las miles de personas que recibieron este miércoles al campeón del Giro de Italia 2019, Richard Carapaz, en Tulcán, su pueblo natal en la frontera entre Ecuador y Colombia.

Con vítores, cantos, sonidos de trompeta, pancartas, banderas y gritos de apoyo, el pueblo del Carchi, provincia donde nació el campeón, brindó un apoteósico recibimiento al ciclista, que no pudo ocultar su emoción y a quien, durante su discurso ante un abarrotado estadio olímpico de Tulcán, se le quebró en varias ocasiones la voz para dejar florecer lágrimas de alegría en sus ojos.

«Hoy me han hecho alegrar demasiado el corazón y se me han ido las lágrimas, unas lágrimas de alegría, gracias por ese triunfo compartido que lo quiero disfrutar con todos ustedes«, dijo visiblemente emocionado la «Locomotora del Carchi«, apodo por el que se le conoce en el mundo del ciclismo.

Antes de su discurso ante los centenares de personas que había en el estadio, que vestían de rosa en referencia al tono de la maglia de líder del Giro, Carapaz se dio un baño de masas por las calles de su pueblo, que le recibió con gran alboroto y orgullo.

Una de sus paisanas, Maribel Játiva, explicó a Efe que este logro ha conseguido poner al Carchi en el panorama internacional, por lo que agradeció a Carapaz el haber llevado el nombre de la provincia a todo lo alto.

Sobre la tozuda lluvia que caía sobre la capital del Carchi, Játiva aseguró que a nadie le importaba, ya que están «enseñados a este clima» desapacible, a la par que habitual por estas latitudes.

Y señaló: «Él nos hizo quedar bien y Ecuador tiene que respaldar a los deportistas de nuestro país porque nos hacen quedar bien a nivel mundial«.

Esa idea también la quiso destacar durante su alocución el reciente campeón del Giro, quien instó a los presentes -entre ellos las autoridades provinciales- a que brinden apoyo moral «a todos esos niños, hoy más que nunca», ya que se ha demostrado que los sueños pueden cumplirse.

La «Locomotora del Carchi» llegó a su tierra natal sobre las 11:30 hora local (16:30 GMT), a bordo de un helicóptero de la Policía de Ecuador, ante la atenta mirada de las decenas de personas que se agolpaban a las puertas de la Comisaría de Tulcán para iniciar con él su gloriosa marcha hacia el estadio.

Sobre este hecho, y con la humildad que le caracteriza, reconoció que se sintió «niño de nuevo» al subirse por primera vez a un helicóptero.

Tras aterrizar, el recién bautizado «héroe nacional» se subió a un autobús de dos plantas que le llevó por algunas calles del centro tulcaneño, escoltado por decenas de ciclistas que le abrían el paso y por un centenar de vehículos de todo tipo que seguían la caravana haciendo sonar con fuerza sus bocinas.

Uno de esos ciclistas aficionados era David Chicaiza, quien resaltó que el «esfuerzo y entrenamiento constante» del campeón «están reflejados en ese triunfo».

Ya en el estadio se sucedieron los reconocimientos en su honor: el Municipio de Tulcán le entregó la medalla al mérito deportivo de la ciudad, así como un plato de cuy (conejillo de indias) con patatas cocidas típico de la región, así como otro recuerdo de parte de la Gobernación del Carchi y un poncho y sombrero típicos de la región, obsequio de la Prefectura.

Este martes, el presidente de la República, Lenín Moreno, le concedió la condecoración a la Orden Nacional al Mérito en grado de «Oficial», mientras que el Municipio de la capital ecuatoriana le otorgó la Condecoración al Mérito Deportivo Ciudad de Quito, ante una multitud de aficionados que se congregaron frente al Palacio presidencial en la Plaza Grande, en el casco colonial de la ciudad. EFE

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