Madrid, 18 feb (EFE).- El Atlético de Madrid apela al apoyo de su estadio, el Wanda Metropolitano, para plantar cara al vigente campeón de Europa, el Liverpool, que se presenta en Madrid con sus mejores galas, el tridente Salah-Firmino-Mané e invicto en la liga inglesa.
El apoyo del coliseo rojiblanco se expresó desde la llegada del autobús del Atlético, que fue acompañado por un pasillo de bengalas rojas y blancas en su llegada por la avenida Luis Aragonés, antes de introducirse en el subterráneo del estadio, escenario de esta ida de los octavos de final de la Liga de Campeones.
Un Atlético cuyo entrenador, el argentino Diego Pablo Simeone, ha sorprendido alineando de inicio al francés Thomas Lemar en el centro del campo, titular nueve partidos después, en lugar de Marcos Llorente, junto a Koke Resurrección, Saúl Ñíguez y el ghanés Thomas Partey. Álvaro Morata y el argentino Ángel Correa forman en ataque.
En defensa, el brasileño Renan Lodi, el montenegrino Stefan Savic y el brasileño Felipe Monteiro forman junto al croata Sime Vrsajlko, novedad en la banda derecha, en lugar del colombiano Santiago Arias que ni siquiera ha entrado entre los jugadores que estarán en el banquillo.
Con estos protagonistas, el conjunto madrileño afronta la visita del peor rival posible: un Liverpool que no solo fue campeón de Europa, precisamente en este estadio, el curso pasado, sino que está invicto en la Premier League, donde tiene el título prácticamente en su mano, y solo ha concedido una derrota en la Liga de Campeones (ante el Nápoles italiano, 2-0 en la primera jornada).
Ante la temida tripleta atacante formada por el egipcio Mohamed Salah, el senegalés Sadio Mané y el brasileño Roberto Firmino -entre los tres suman más goles, 44, que todo el Atlético, 37-, el conjunto rojiblanco luchará por plantar cara en el primer acto de una eliminatoria que se resolverá en Anfield Road el 11 de marzo. EFE