Ecuador anuncia proyectos de energías renovables con inversión privada

Energía eólica

El Gobierno de Ecuador anunció este martes su intención de construir una planta de energía fotovoltaica y dos campos de turbinas eólicas, ejecutadas con inversiones privadas que se calculan en unos 400 millones de dólares en dos años, informó el Ministerio de Energía y Recursos Naturales No Renovables.

Se trata de los proyectos bautizados como «El Aromo», una planta de generación fotovoltaica que aprovechará la luz solar en la provincia costera de Manabí (oeste), en un sector donde se había proyectado construir una refinería petroquímica, pero que ha permanecido abandonada durante años.

Además, las fases II y III del proyecto eólico «Villonaco», que aprovechará el viento en una meseta de la provincia andina de Loja (sur), donde ya hay una primera etapa de molinos de aspas gigantes movidas por la fuerte ventisca de la zona.

El ministro de Energía y Recursos Naturales No Renovables, Carlos Pérez, anunció hoy el inicio del proceso público de selección para el desarrollo de los dos proyectos que, según estimó, demandarán una inversión de 400 millones de dólares por parte del sector privado.

Por ello, en el acto de anuncio del proceso en Quito participaron, además de autoridades, representantes de 45 empresas internacionales especializadas en planificación, desarrollo y construcción de centrales eléctricas con energías renovables no convencionales.

Según el Ministerio, existe el interés de empresas de este sector de Alemania, Dinamarca, Canadá, España, China, Corea, Japón, Estados Unidos, Colombia y Chile, entre otros países.

La convocatoria del proceso para la ejecución de los dos proyectos se realizará en unos treinta días más, señaló el Ministerio.

El proyecto fotovoltaico «El Aromo» de Manabí, según las especificaciones iniciales, tendrá una capacidad instalada teórica de 200 megavatios de potencia, al aprovechar la radiación solar en plano inclinado de 140 kilovatios cada hora por metro cuadrado al año, lo que reportaría una producción energética estimada en 280 gigavatios por hora al año.

Este proyecto, requerirá una inversión estimada en unos 200 millones de dólares, y podría ser complementario al sistema nacional eléctrico, sobre todo en la época de sequía en las zonas amazónicas donde se asientan varias plantas hidroeléctricas del país.

Se calcula que la planta de «El Aromo» permitirá reducir unas 128.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2) al año, al evitar que se consuma 7,9 millones de galones de derivados del petróleo (fuel oil), usado para la generación en plantas termoeléctricas.

La producción de «El Aromo», de unos 200 megavatios de potencia, podría cubrir un 22 por ciento del consumo actual de electricidad en la provincia costera de Manabí, añadió el Ministerio en su comunicado.

De su lado, el proyecto eólico «Villonaco» en sus fases II y III comprenden los emplazamientos «Membrillo Ducal» y «Huayrapamaba», cerca de la ciudad de Loja, la capital de la provincia del mismo nombre, donde se calcula la velocidad media anual del viento en 8,44 metros por segundo.

En ambas fases del proyecto se estima una inversión total de 200 millones de dólares y ya se cuentan con estudios de factibilidad que estiman una potencia mínima instalada de 110 megavatios para los dos emplazamientos.

Este proyecto permitirá reducir unas 219.870 toneladas de dióxido de carbono al año, gracias a que el viento permitirá sustituir el uso de carburantes para la producción de electricidad, precisó el Ministerio.

Paralelamente, el Gobierno anunció que en las próximas semanas presentará el proyecto «Paute Cardenillo», que forma parte de un complejo de plantas hidroeléctricas construidas en el sur del país y que aprovechará las aguas de los afluentes que actualmente usan las centrales Mazar, Molino y Sopladora.

Este proyecto, cuyos diseños datan del año 2013, tendrá una potencia instalada de 595 megavatios y proporcionará 3.356 gigavatios por hora de energía al año, con una inversión estimada en 1.300 millones de dólares y cuya construcción demoraría unos seis años, según el Ministerio. EFE

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