Pekín cierra su V Festival de Cine y premia a cinta mexicana como mejor filme

Pekín, 23 abr (EFE).- China dio hoy un paso más en su aspiración a convertirse en un país de peso en la industria cinematográfica mundial con la clausura del V Festival Internacional de Cine de Pekín, en el que la cinta mexicana «El comienzo del tiempo» se coronó con el premio a la mejor película.

Bernardo Arellano, el director de la cinta, recogía la estatuilla Tiantan (Templo del Cielo) en el anfiteatro de Yanqi, a las afueras de la capital china, sin que los nervios y la emoción le permitiesen más que dar las gracias de forma consecutiva:

«Gracias al jurado, es un premio increíble… Gracias a todos por vuestras brillantes películas, a todos los directores… Quiero agradecer a mi equipo (…) Gracias a todos, estamos muy orgullosos», celebraba Arellano tras recibir el premio más importante del certamen.

La cinta mexicana, que cuenta la historia de Antonio y Bertha, una pareja de ancianos que, sin esperarlo, se ven despojados de sus pensiones ante la crisis social y financiera que estalla en el país, era una de las quince películas que se disputaban el galardón.

El presidente del jurado, el cineasta francés Luc Besson, fue el encargado de entregar el premio, no sin antes subrayar con optimismo que «incluso si el festival es muy joven, la población china puede estar muy orgullosa porque ya es uno de los mejores del mundo».

«La gente que es hoy premiada son verdaderos artistas que se merecen ser premiados. Y yo sólo tengo un deseo: espero que me invitéis de nuevo», añadió.

Su compatriota Jean-Jacques Annaud había sido galardonado poco antes con el premio a mejor director por la coproducción sinofrancesa «Wolf Totem» (El último lobo), cuyo éxito en China contribuyó a que la taquilla de la potencia asiática superara por primera vez a EE.UU. el pasado febrero.

«Estoy extremadamente conmovido por toda la gente que trabajó tan duro para esta película», dijo Annaud, a quien Pekín tuvo durante años en su lista negra por su película «Siete Años en el Tíbet», en la que el personaje protagonizado por Brad Pitt traba amistad con el Dalai Lama cuando China ocupó la región.

Annaud, con diferencia el director de más recorrido entre unos contrincantes más bien noveles, quiso dejar bien claro el buen momento de sus relaciones con la potencia asiática al manifestar a viva voz: «I love you, China» (Te quiero, China).

Se quedó sin premios la otra película latina en liza, la colombiana «El silencio del río», opera prima de Carlos Tribiño, quien fue laureado anteriormente en el Festival de Cine Corto de Cracovia con el corto «Lux Aeterna».

Otro representante latinoamericano, el director y productor de cine brasileño Fernando Meirelles («Ciudad de Dios» o «El jardinero fiel») subió también al escenario, pero para repartir galardones, con el drama social eslovaco «Children» (Niños) como la más premiada en total, en las categorías de mejores intérpretes y fotografía.

Además de los premios, hubo vistosas actuaciones de música y danza china, un dragón volador «pilotado» por una azafata y un número más occidental protagonizado por la artista estadounidense Vanessa Williams, que interpretó el popular «Colours of the Wind» («Colores del viento») de la película de Disney Pocahontas.

Antes, ellos y una veintena de actores y actrices chinos habían recorrido la alfombra roja, esta vez sin la presencia, como ocurrió en la apertura, del actor y exgobernador de California Arnold Swarzenegger, pero sí con la del polifacético artista hongkonés Jackie Chan.

Su aparición en la alfombra roja -con dos osos pandas de peluche en las manos- quizás fue lo menos esperado de la gala, después de que el actor fuera noticia este año por motivos ajenos al cine, cuando su hijo Jaycee Chan fue enviado unos meses a prisión por consumo de drogas.

Chan, que también presentó parte de los premios, reprobó la conducta del menor en público y continúa con su prolífica carrera en el séptimo arte, compartiendo ahora palmarés con Adrien Brody y John Cusack en su última película «La espada del dragón».

Así, con Chan y una mezcla de esencia gala y mexicana, Pekín clausuró su V Festival de Cine, con el que de momento busca posicionarse como el festival de referencia en Asia, como lo es Cannes en Europa o el de Toronto en Norteamérica.

Aunque para Besson el aún incipiente certamen ya sea «uno de los mejores del mundo». EFE

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