Estrenan «Sin muertos no hay carnaval», cargada de un duro realismo social en Ecuador

La cinta «Sin muertos no hay carnaval», dirigida por Sebastián Cordero, se estrena hoy en Quito con gran expectación porque relata una historia del duro realismo social en Ecuador, pero que rebasa las fronteras de muchos países.

El estreno se efectuará en una de las salas de la capital ecuatoriana, tras casi nueve años de maduración, según comentó a Efe el director del filme que, como casi toda su producción, encaja en la moderna cinematografía latinoamericana.

«Sin muertos no hay carnaval» es una producción surgida de la alianza entre entidades de Ecuador (Carnaval Cine y Corporación El Rosado), México (Salamandra Producciones) y Alemania (Aktis Film Production).

La película trata sobre la invasión de tierras en un sector de la ciudad portuaria de Guayaquil, la más poblada de Ecuador, conocida como Monte Sinaí, y donde se desarrolla una historia de conflictos éticos y sociales.

Cordero recordó que todo esto nació hace unos nueve años cuando, junto con el actor Andrés Crespo, empezó a escribir la historia y a pulir, con el tiempo, los detalles de la producción.

Por eso, en la película «se cuentan muchas historias» a través de arquetipos de personajes como el hijo de un hacendado que intenta recuperar sus tierras invadidas o el tramposo que piensa sacar provecho de la situación.

Para el director ecuatoriano, la película trata con mucho respeto, pero a la vez con crudeza, estas realidades de un país en el que se refleja toda una sociedad.

En el elenco de la producción destaca el novel actor Daniel Adum, que interpreta a Emilio Baquerizo, el acaudalado hijo del hacendado que busca recuperar las tierras invadidas.

Esta es la primera vez de Adum en la actuación cinematográfica y asegura que fue una rica pero dura experiencia, por la entrega que demandaba interpretar a un personaje muy lejano a su realidad.

Adum es artista y fotógrafo, pero tuvo que ir a México por cinco meses para cursar un taller de actuación y construir su personaje, por lo que, según dijo a Efe, tuvo que «peluquearse», es decir, volverse un poco aristócrata.

Confiesa que el papel lo dominó por algún tiempo después de finalizado el rodaje. «Te quedas un poco en el personaje durante un tiempo, con ciertas mañas» y fue «complicado volver a mi vida cotidiana», aseguró.

En la realidad «yo soy muy desgarbado, muy hippie», pero costó dejar «el perfume y otras cosas», y hubo «una transición para volver a ser yo mismo», comentó Adum, que agradeció el apoyo que recibió de otro actor del filme, el mexicano Diego Cataño, quien dijo estar encantado de haber sido dirigido por el ecuatoriano Cordero.

«Sebastián es adorable» porque logra un «acercamiento con el actor», por lo que haber participado en la película «fue increíble», señaló Cataño.

«Historias como estas se hacen con cariño, con amor» y realmente no importa en qué lugar ocurran, agregó el actor mexicano, para quien «el quehacer cinematográfico sigue siendo igual en cualquier parte».

«Sin muertos no hay carnaval» se estrenará esta misma semana en Guayaquil y Cordero prevé que pronto se exhiba en México y Alemania -países de donde surgió la alianza de la producción-, pero también en América y Europa. EFE (I)

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