El romance de Vargas Llosa e Isabel Preysler sigue viento en popa

Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa (79) han viajado juntos a Lisboa, según informa la prensa del corazón española, que sigue ávida del romance entre el Premio Nobel de Literatura y la reina del papel cuché.

Isabel Preysler (64), que hace ocho meses enviudó del exministro Miguel Boyer, no ha abierto la boca. Patricia Llosa y dos de sus hijos, Morgana y Gonzalo, en cambio, han reaccionado con dramatismo. «Dejadnos, dejad a mi madre», ha gritado Morgana a los fotógrafos cuando salían de una peluquería en Madrid.

La esposa ha sido la colaboradora eficaz e indispensable del escritor, quien manejaba sus citas, la que lleva las cuentas, la que tiene las tarjetas de crédito. «Mario no sabe lo que tiene ni le ha importado hasta ahora», asegura una de sus colaboradoras. «Ha querido ser generoso con Patricia y dividir al 50% su patrimonio, pero parece que quien ha tenido el 100% de todo no quiere la mitad y se lo va a poner difícil», dice el diario español El Mundo, que no cita fuentes..

Según el diario El Mundo, el escritor confesó en abril a su mujer «que estaba locamente enamorado de Isabel». «No es una aventura como otras veces, Patricia, ahora es de verdad. Y en cuanto llegue a Madrid, dejo nuestra casa», cuentan que le dijo a Patricia personas cercana al escritor. Patricia le pidió únicamente que la familia se reuniera en la Universidad de Princeton donde al Nobel le investían doctor honoris causa. Estaban invitados sus hijos y sus nietos, aunque Vargas Llosa quería sólo que estuviera presente Isabel, quien declinó la invitación.

Entonces aceptó la propuesta de su mujer advirtiéndole que después de Princeton le explicarían a sus hijos la ruptura formal de su matrimonio. Patricia aceptó.

Sin embargo, al ver las primeras fotos de su marido y Preysler después de un almuerzo en Madrid la esposa dio rienda suelta a su despecho con un comunicado asegurando que se habían reunido en Princeton para su 50 aniversario de boda y la familia estaba desolada y sorprendida por la publicidad de ese romance. Alguien cercano a Álvaro Vargas Llosa desmiente la versión de Patricia. «No es cierto, Álvaro se puso del lado de su padre porque comprendía la sinceridad de sus sentimientos y sabía que el matrimonio estaba roto. Y hasta hizo lo imposible por disuadir a su madre y a su hermana Morgana para que no emitieran ese comunicado, ajeno a la realidad».

Y en ese sentido reaccionó también el escritor cuando públicamente desmintió a su esposa y a algunos medios que hablaban de la armonía conyugal que les unía. «Estoy separado sí, [como aseguraba ¡Hola! en su primera información], es lo único que voy a confirmar», respondió con una sonrisa.Es más, parece que Vargas Llosa consintió encantado la publicación de las primeras fotos, cuando supo que ¡Hola! las tenía. «Que las saquen, claro que sí. Iban a enterarse tarde o temprano».

Isabel tiene la bendición de todos sus hijos para ser feliz, según El Mundo. Vargas Llosa ha dicho que ha sido un padre generoso con los suyos, a los que educó con unos medios que jamás tuvo él mismo. «Yo he cumplido, ahora me toca ser feliz. No me queda mucho tiempo», aseguran que dijo el Nobel.

Más relacionadas