Rogers Waters visita el pozo Aguarico 4, Chevron reacciona

El cantante británico Roger Waters hizo ayer una simbólica visita a la Amazonía ecuatoriana para conocer de cerca los estragos de la contaminación petrolífera, aunque en su breve periplo apenas si pudo saludar a algunos de los afectados y no vio la contaminación.

Waters, que llegó con un retraso notorio debido a que las autoridades ecuatorianas de Aviación Civil no le permitieron en un principio aterrizar en esa zona con su avión privado, estuvo poco más de dos horas en Lago Agrio, en el oriente del país.

En una precipitada visita bajo una intensa lluvia, el cantante de 75 años se reunió con una veintena de indígenas que viven cerca del que fue el pozo Aguarico 4, donde le explicaron las consecuencias de la contaminación que tuvo lugar allí hace más de veinte años.

«Me emocionó cuando arribamos acá a Lago Agrio. Ahí está la evidencia», dijo a un grupo de periodistas, entre ellos Efe, que acompañaban la visita.

A los lugareños les manifestó «sentirse orgulloso» de ellos y del «pueblo de Ecuador» que está «luchando contra Chevron», la empresa a la que atribuyen la contaminación.

La mancha negra dejada en esa zona, uno de los casos más graves de contaminación en todo el planeta, es motivo de litigio en varios países desde hace años entre los habitantes del lugar y la compañía estadounidense, que compró a la supuesta responsable, Texaco, hace más de quince años.

Los pueblos indígenas la responsabilizan del vasto derrame mientras operaba el yacimiento entre 1964 y 1990, aunque Chevron niega las acusaciones y responsabiliza al Gobierno ecuatoriano, al que dejó el yacimiento luego de abandonar el país.

En una demanda en Ecuador, la justicia ordenó hace años que la estadounidense pagara a los afectados más de 9.000 millones de dólares en compensación por daños y perjuicios.

Sin embargo, en septiembre pasado un tribunal comercial de arbitraje con sede en La Haya falló a favor de Chevron y en contra del Estado ecuatoriano, que podría verse ahora sometido a cuantiosas sanciones económicas.

Waters, que según constató Efe no pudo ver el chapapote, aseguró a los habitantes afectados que les «ayudará en todo que pueda» y se excusó alegando que «van a cerrar el aeropuerto y nos vamos a quedar atrancados».

El cantante, fundador de la mítica banda Pink Floyd, se encuentra en medio de su gira «Us + Them», en la que además de ofrecer conciertos en Latinoamérica está divulgando su pensamiento, que va desde las críticas hacia el presidente electo de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, hasta la defensa de la «liberación de Palestina».

El pasado martes el músico defendió el «boicot» a Israel para «detener la ocupación de Palestina y devolver a sus ciudadanos sus derechos» en una conferencia que realizó en Chile antes de ofrecer un concierto en la capital del país austral.

Y en Perú, durante su concierto, difundió su mensaje sobre la corrupción en ese país y la discriminación racial de los indígenas.

En unas declaraciones que hizo a los periodistas en el viaje de regreso del pozo Aguarico 4, dijo conocer el caso de internet y a través del abogado Steven Donziger, que representa a la población.

«Lo importante de esto es que en 1967 cuando Texaco empezó a perforar en esta zona, nadie se planteó que lo único que quería es llevarse el dinero e irse», afirmó el cantante.

Y destacó que ese es «el ethos de Texaco en esa época y de muchas otras corporaciones».

Pero abogó que «lo importante en este caso es el futuro» y «el enorme coraje y determinación de este gente para luchar contra Chevron».

Y expuso su postura de que toda la humanidad debe entender que es una sola «comunidad» y que todos tienen «responsabilidad» sobre el otro.

«Si no lo entendemos vamos a destruir este frágil planeta y realmente estamos muy cerca de destruir todo», sentenció.

En un comunicado a los medios atribuido a su asesor de comunicación para América Latina, James Craig, Chevron acusa a los abogados de la población indígena de «recurrir una vez más a maniobras de relaciones públicas como ‘toxic tours’ deshonestos en la Amazonía para avanzar en su plan de extorsión».

Ello, «tras perder repetidamente en cortes internacionales (..) como recientemente lo confirmó de forma unánime un tribunal internacional, que incluía un árbitro nombrado por el Gobierno de Ecuador«.

Y agregan que a Roger Waters, a quien «han prometido millones de dólares de la fraudulenta sentencia ecuatoriana contra Chevron (..) difícilmente se lo puede ver como una fuente creíble sobre este tema». EFE

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