Madrid.-El rey de España, Felipe VI, cumple el 19 de junio cinco años en el trono, un período muy intenso de la historia del país marcado por la inestabilidad política, el desafío independentista en Cataluña y hasta el ingreso en prisión de su cuñado.
El monarca español accedió a la corona tras la abdicación de su padre, Juan Carlos I, a comienzos de junio de 2014, un hecho inédito en la historia contemporánea de España que, aunque llevaba meses de preparación en las altas esferas políticas, pilló por sorpresa a todo el país.
En este período el rey ha tenido que afrontar «los momentos más difíciles de la historia democrática reciente de España», según explica en declaraciones a Efe Emilio Sáenz-Francés, historiador y profesor de la Universidad Pontificia de Comillas.
Considera que el episodio «más duro» que afrontó el rey fue, «sin duda», la intervención televisada al país del 3 de octubre de 2017, en la que defendió el respeto a la Constitución española, dos días después del referéndum ilegal de autodeterminación organizado por el gobierno de la región de Cataluña (noreste).
Para Sáenz-Francés, en esa intervención el monarca tuvo «un rol exquisitamente constitucional», pero lamenta que se produjera debido a la «falta de respuesta» del Gobierno central, entonces presidido por Mariano Rajoy, ante el desafío secesionista y la proliferación de noticias en la prensa internacional.
En su opinión, hubiera sido mejor «preservar la figura del rey como figura de consenso» en lugar de colocarlo «en primera línea» del debate político por la «carencia de respuesta del Gobierno».
Otro punto clave de la monarquía en estos años fue el juicio por el caso de corrupción Nóos que terminó con la condena a su cuñado, Iñaki Urdangarín, que justo hace hoy un año ingresó en la cárcel para cumplir una pena de cinco años y diez meses de prisión.
Para este historiador, el caso y su conclusión, en los que la Justicia llegó al final «sin ningún tipo de freno», fueron una «demostración» de la voluntad de la Monarquía «de renovarse».
La inestabilidad política ha sido otra de las características definitorias de este período, con tres elecciones generales en tres años y medio, e incluso con el ganador de unos comicios (Mariano Rajo en diciembre de 2015) rechazando el encargo real de intentar formar gobierno.
La llegada de Felipe VI al trono ya fue complicada debido a que su padre, que disfrutó de un gran prestigio por su compromiso con la democratización del país tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975 y su oposición al intento de golpe de Estado militar de 1981, había sufrido un fuerte deterioro en su imagen personal
Juan Carlos I sufrió en 2012 un accidente en Botsuana durante una cacería privada de elefantes, lo que le supuso varias operaciones quirúrgicas, a la vez que se divulgaba su amistad personal con la alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein.
Todo ello en momentos en que España sufría la peor crisis económica de su historia reciente, con índices de desempleo y pobreza desconocidos para la gran mayoría de la población, y la sociedad mantenía una mayor «exigencia de ejemplaridad» a las instituciones, recuerda el historiador Sáenz-Francés.
Sáenz-Francés destaca también que en estos cinco años ha habido un reforzamiento del papel internacional de la monarquía, con importantes viajes institucionales a Naciones Unidas, la Unión Europea o su asistencia a las cumbres iberoamericanas.
En este sentido, la excanciller argentina Susana Malcorra destacó a Efe el interés del monarca español por Latinoamérica y el Caribe, sobre todo por cuestiones «a largo plazo» que trascienden «los vaivenes de la política», como «el desarrollo, la equidad, la sustentabilidad o la educación».
Malcorra, que actualmente reside en Madrid, subrayó que ha conocido a «muchos jefes de estado» pero encuentra en el rey «una condición muy interesante de trato personal y de cercanía» que hace que «se mantenga involucrado» en «temas de trascendencia» pero «sin ser invasivo de lo que no le corresponde porque no tiene responsabilidad ejecutiva.
La política argentina recuerda que comenzó a tratar con el monarca español cuando todavía era príncipe de Asturias, cuando ella ejercía diversos puestos en el sistema de Naciones Unidas, y le «impresionó» su nivel de interés e información en asuntos internacionales.
Dentro de los actos por este quinto aniversario, Felipe VI recibió hoy un homenaje de los expresidentes del Gobierno que siguen vivos: Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, por sus esfuerzos para «asentar en España un orden constitucional y democrático moderno».
Mañana, habrá un acto en el Palacio Real de Madrid en el que el rey impondrá condecoraciones a ciudadanos y colectivos de toda España considerados un ejemplo de la sociedad civil con el objetivo de rendir homenaje a quienes representan la realidad cotidiana del país. EFE
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