Medellín hace memoria y recuerda a Andrés Escobar tras 25 años de su muerte

Medellín hizo memoria este martes y recordó al futbolista Andrés Escobar, quien fue asesinado hace 25 años a la salida de un bar de esa ciudad colombiana tras haber anotado diez días antes un autogol en el Mundial de Estados Unidos 1994.

El emotivo acto, que se celebró frente a la estatua de Escobar que fue erigida en el barrio Belén, participaron entre otros el exportero René Higuita que compartió equipo con Escobar en el Atlético Nacional y la selección colombiana.

«Después de todo lo que ha sucedido y que uno espera que no suceda, mire lo que está pasando con este muchacho Tesillo, ya uno no sabe ni qué pensar. Pero ni en broma las amenazas, lo que sucedió con Andrés no puede volver a pasar y esas amenazas ni en charlas las podemos aceptar«, manifestó Higuita durante la ceremonia.

El caso al que se refiere es el del defensor William Tesillo, del León mexicano y quien recibió amenazas de muerte en redes sociales tras fallar un penalti el viernes pasado contra Chile en los cuartos de final de la Copa América de Brasil que derivó en la eliminación de Colombia.

Escobar, quien había nacido el 13 de marzo de 1967 en Medellín, fue asesinado el 2 de julio de 1994 tras salir de un club nocturno de esa ciudad, donde algunos aficionados le recriminaron durante toda la noche por el tanto en contra que anotó contra Estados Unidos en la segunda jornada del Grupo A del Mundial.

En el estacionamiento, los hermanos Pedro David y Juan Santiago Gallón Henao, condenados por narcotráfico, también lo juzgaron por su error en el Mundial, ante lo cual Escobar les dijo que lo dejaran tranquilo.

No obstante, el conductor y escolta de los hermanos Gallón Henao, Humberto Muñoz Castro, salió de su vehículo y, sin mediar palabra, le propinó seis disparos al futbolista.

Es por eso que este martes se desveló una placa conmemorativa en la estatua y los asistentes al acto la rodearon de flores blancas para recordar al también exjugador del Young Boys, de Suiza.

«Yo creo que no solo importante sino merecido, es necesario que como ciudad y sociedad contemos la historia, esa historia de esa ciudad dolorosa, de nuestro pasado, en la que aquí llegó la mafia hace 30 o 40 años y nos enquistó», manifestó a periodistas el secretario privado de Medellín, Manuel Villa.

Agregó: «Tenemos que dejar atrás ese legado según el cual creemos que los problemas, que las discrepancias, las solucionamos con problemas o con violencia, aquí lo que tenemos que hacer es respetar la vida, tolerar la diferencia».

Por el crimen del futbolista, Muñoz Castro fue condenado a 43 años y cinco meses de cárcel, de los cuales sólo purgó 12 y quedó en libertad en 2005. EFE

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