Muere a los 98 años Alicia Alonso, la leyenda de la danza cubana

Alicia Alonso cuando era joven.

La bailarina cubana Alicia Alonso, una figura legendaria de la danza clásica, falleció este jueves a los 98 años, informó un representante del Ballet Nacional de Cuba (BNC).

Alonso, quien pese a su avanzada edad permanecía en activo al frente del prestigioso BNC, se encontraba ingresada por complicaciones de salud en el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas (CIMEQ) de La Habana, donde murió en torno al mediodía.

La causa del fallecimiento fue una enfermedad cardiovascular, según la estatal Agencia Cubana de Noticias.

Aunque en los últimos meses circulaban en la isla comentarios sobre el delicado estado de salud de la bailarina, ni el BNC ni su entorno divulgaron su hospitalización, por lo que de momento se desconoce cuánto tiempo permaneció ingresada en el CIMEQ.

En este prestigioso y discreto hospital militar también se tratan las personalidades extranjeras que recurren a Cuba para recibir atención médica.

Tampoco se han difundido por ahora detalles sobre los funerales y homenajes que previsiblemente rendirán en Cuba a su «prima ballerina assoluta».

La noticia de la muerte de la legendaria figura cubana de la danza corrió como la pólvora por las redes sociales, en las que decenas de compatriotas se están despidiendo de uno de los mitos artísticos de la isla.

También lo hizo el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, quien destacó en Twitter el «enorme vacío» e «insuperable legado» que deja la mítica bailarina y directora del BNC.

«Alicia Alonso se ha ido y nos deja un enorme vacío, pero también un insuperable legado. Ella situó a Cuba en el altar de lo mejor de la danza mundial. Gracias Alicia por tu obra inmortal», escribió el mandatario desde México, donde está en visita oficial.

La Asamblea Nacional de Cuba (Parlamento unicameral) difundió igualmente a través de esa red sus condolencias por el fallecimiento de Alonso, de quien la institución, citando a Fidel Castro, destacó «su talento, su tenacidad y su ejemplo, que inspiraron a generaciones de brillantes artistas».

Nacida en La Habana el 21 de diciembre de 1920 y de padres españoles, Alicia Ernestina de la Caridad del Cobre Martínez del Hoyo comenzó a bailar a los nueve años, desarrolló parte de su formación en Estados Unidos y desarrolló una larga y laureada carrera que la llevó con papeles protagonistas a los principales escenarios del mundo.

El apellido Alonso lo tomó de su marido, el bailarín cubano Fernando Alonso, con quien fundó en 1948 su compañía, que tras el triunfo de la Revolución cubana en 1959 pasó a ser el Ballet Nacional de Cuba (BNC).

De las decenas de papeles que interpretó, el más recordado es el de «Giselle», el personaje de la campesina ingenua, romántica y engañada que bordó al mínimo detalle interpretativo.

Entre los numerosos reconocimientos que recibió a lo largo de su vida figuran la Orden José Martí, máxima condecoración que concede Cuba, la Encomienda de la Orden Isabel la Católica, otorgada por España, el premio «Anna Pávlova» de la Universidad de la Danza de París y el cargo de embajadora de Buena Voluntad de la Unesco. EFE

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