Concentran en dos puntos la búsqueda del avión estrellado en Chile

En dos puntos de la costa de la isla Robinson Crusoe se concentraban este martes las tareas de rescate de las 17 víctimas aún no halladas del accidente del avión de la fuerza aérea chilena que cayó el viernes al mar con 21 ocupantes.

El ministro de Defensa Andrés Allamand, quien encabeza las labores de rescate en las que participan alrededor de 1.000 personas además de barcos, aviones y helicópteros, dijo que el buque madre de submarinos Merino efectúa un «barrido de aquella zona en que nosotros seguimos pensando se produjo el impacto».

Agregó que «hemos identificado lo que hemos llamado dos áreas de interés» en las que se han localizado restos que podrían pertenecer al avión, en los que estarían atrapados los cuerpos. Los cuatro cadáveres hasta ahora recuperados fueron hallados el sábado flotando en el agua por pescadores.

Felipe Camiroaga

Entre los que falta rescatar está el popular animador de televisión Felipe Camiroaga, quien junto al empresario y filántropo Felipe Cubillos había viajado a la isla para inaugurar obras de reparación de los destrozos causados por un tsunami en febrero de 2010.

El lunes el sonar del Merino detectó objetos en el fondo del mar, pero resultaron ser rocas y un cardumen, según comprobaron los buzos. Sólo se han encontrado algunos objetos y partes menores del fuselaje.

Allamand señaló que en la búsqueda se trabajará también con dos robots. Además del Merino, en la isla se encuentran dos fragatas y un remolcador. Comandos hacen un recorrido por la escarpada costa que rodea la isla, situada a 670 kilómetros del continente, que forma parte del archipiélago Juan Fernández.

En la difícil tarea de encontrar los cuerpos participa asimismo una vidente que en anteriores ocasiones ha trabajado con la policía en el esclarecimiento de casos y que según Allamand ha aportado antecedentes verosímiles.

La búsqueda se extenderá hasta el lunes próximo, cuando se cumplirán los diez días del accidente.

Mientras algunos pilotos han criticado el vuelo que emprendió el avión Casa 212 por las condiciones meteorológicas imperantes el viernes en la isla, con fuertes ráfagas de viento, el general Maximiliano Larraechea, secretario general de la fuerza aérea, señaló el martes que la tarea prioritaria es encontrar a las víctimas antes que buscar responsabilidades.

El avión era pilotado por la teniente Carolina Fernández, de 26 años, quien según algunos pilotos civiles no habría tenido la experiencia suficiente para maniobrar un aparato como el Casa 212 en un aeropuerto de tan difíciles condiciones.

El avión, aparentemente por efecto de las fuertes ráfagas, debió abortar dos intentos de aterrizaje. Cuando hacía su tercer intento desapareció en el mar, que en ese sector tiene una profundidad de entre 60 y 100 metros.

La joven piloto había realizado anteriores vuelos a la isla. AP

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