Chilenos buscan reconciliación después de 40 años del golpe

SANTIAGO, Chile (AP) — Los chilenos se han volcado a realizar diferentes actividades para expresar un perdón colectivo que refleja el anhelo generalizado de que exista una verdadera reconciliación nacional que permita superar el pasado doloroso que se inició 40 años atrás con el golpe de Estado de Augusto Pinochet.

Sin embargo, la sensibilidad sobre el tema no ha contagiado a los sectores más involucrados como las fuerzas armadas, las víctimas y los familiares de los desaparecidos y ejecutados políticos.

El abogado Eduardo Contreras, querellante en el caso por la muerte del poeta Pablo Neruda en septiembre de 1973, afirmó a The Associated Press que en el caso de las fuerzas armadas no basta con un gesto tan «publicitario» como un perdón público.

«Las fuerzas armadas nunca han dicho dónde están los detenidos desaparecidos y ellos lo saben perfectamente. Si sólo dijeran eso harían una contribución inmensa a la verdad y la justicia. Por lo tanto, el tema de las fuerzas armadas no se puede resolver sólo en base a estos gestos publicitarios», afirmó Contreras.

Para el sociólogo y sicólogo social Giorgio Agostini, ligado a sectores de derecha, en los gestos de perdón de los últimos días, por el contrario, «hay una intención bastante importante para que realmente deje de haber separaciones de dos ‘Chiles’, es decir, quienes sufrieron por el gobierno de la Unidad Popular y de gente que sufrió por la violación a los derechos humanos que produjo, eventualmente, el golpe militar».

Expresó a la AP que tras 40 años también existe la intención de que haya «una reconciliación nacional, una posibilidad de superar el pasado que ha sido doloroso».

Durante el régimen militar (1973-1990) hubo poco más de 40.000 víctimas, principalmente presos políticos y torturados, incluidos 3.095 asesinados. Entre los muertos hay un grupo de casi 1.200 detenidos desaparecidos, de los cuales se ha logrado recuperar e identificar restos o fragmentos de huesos, algunos de menos de dos centímetros de diámetro, de 125 opositores.

A 40 años del golpe, Chile vive una ola de solicitudes de perdón por acciones u omisiones cometidas antes y durante el régimen militar, iniciada por un senador oficialista, que fue seguido por algunas personas, como el presidente Sebastián Piñera, quien aseguró que aún hoy existen cómplices pasivos de la dictadura.

Los jueces también pidieron perdón, por acciones u omisiones impropias de su labor, pero no hubo un pronunciamiento de la Corte Suprema.

«Hay una actitud legítima de algunos sectores y una hipócrita de otros, porque los crímenes no se van a limpiar ni a borrar con un perdón. No creo en los gestos de perdón si no van unidos a acciones reales en busca de la verdad y la justicia», dijo a la AP el abogado Contreras.

En contraste, la senadora socialista Isabel Allende, hija del ex mandatario Salvador Allende, valoró el gesto de la Corte Suprema y dijo que más allá de la ausencia de la palabra perdón, lo importante es haber reconocido «que fueron incapaces de aplicar la justicia y de salvar vidas».

A pocos días de la conmemoración de los 40 años del golpe de Estado, líderes y representantes socialistas reivindicaron el legado político y social del ex mandatario durante el seminario internacional «Salvador Allende: República, Democracia y Socialismo», organizado por la Fundación Salvador Allende, que lidera su hija, la senadora socialista Isabel Allende.

Una de las exponentes fue la ex mandataria socialista y actual candidata presidencial de centroizquierda, Michelle Bachelet, quien afirmó que «Chile es un país que no tiene miedo de contemplarse sinceramente. La amnesia y la negación no curan las heridas. Un país que niega su pasado y que barre bajo la alfombra su propia historia, es un país que se arriesga a tropezar una y otra vez con sus mismos errores».

Al terminar el encuentro, un grupo se dirigió en romería hasta la tumba del ex presidente Allende, ubicada en el Cementerio General, al norte de Santiago.

Allí, encabezado por sus dos hijas vivas, Isabel y Carmen Paz, además de su nieta Maya Fernández, se realizó el primer homenaje oficial por la muerte del ex mandatario, el 11 de septiembre de 1973.

 ___

Sitio web imagen: publico.es

Más relacionadas