Fernández denuncia el «doble estándar» de los poderosos en la ONU

Naciones Unidas, 24 sep (EFE).- La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, denunció hoy el «doble estándar» de los países poderosos que con frecuencia causa bloqueos en la Naciones Unidas y sentimiento de injusticia en el resto del mundo.

Fernández, en un intervención ante la Asamblea General de la ONU, dijo que existe una «necesidad de acabar con este doble estándar» y de que las decisiones y resoluciones de Naciones Unidas «se cumplan a rajatabla, para débiles y para fuertes, para grandes y para pequeños».

La mandataria destacó que el Consejo de Seguridad «se ha demostrado antifuncional y obsoleto», no solo su falta de acción ante la guerra civil en Siria sino también en otros frentes que afectan a la paz y la seguridad en el mundo.

Sobre el bloqueo del Consejo de Seguridad en el conflicto sirio, recalcó que ahí y en otros casos «si una de las partes que tiene interés tiene derecho a veto, este derecho se convierte en un obstáculo para la resolución del conflicto», aunque no mencionó ningún país en concreto.

Fernández celebró que se haya podido llegar un acuerdo entre Estados Unidos y Rusia sobre el desmantelamiento del arsenal químico sirio, y recalcó que «nos opusimos a la intervención directa, al bombardeo».

«No hay guerras justas», proclamó la presidenta argentina, quien consideró que «no se sostenía» el argumento de que «para evitar más muertos tenía que haber mas muertos».

También pidió investigar sobre «quién provee de armas» a los rebeldes sirios y alimentan el conflicto, y recordó que hubo que descubrir que en el ataque químico del pasado 21 de agosto «habían muerto mil personas» para darse cuenta de que en esa guerra «habían muerto 150.000».

La presidenta argentina insistió varias veces en la cuestión del doble rasero, que mencionó también para recordar una resolución de la Asamblea de 1965 que «obliga aArgentina y al Reino Unido a sentarse a dialogar» por la controversia sobre la soberanía de las Islas Malvinas, sin que Londres haya hecho caso «en absoluto».

También acusó al Gobierno británico de militarizar el Atlántico sur al enviar allí submarinos nucleares, mientras que los argentinos «no tenemos doble estándar, no somos hipócritas».

Fernández recitó los tratados internacionales que ha firmado su país, como el de No Proliferación nuclear, el Estatuto de Roma que dio vida a la Corte Penal Internacional (CPI) o la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Por ello, criticó que algunos de los países que más hablan de derechos humanos y derecho internacional «no han firmado estos tratados», y recordó que a los argentinos, chilenos y otros pueblos latinoamericanos «nos hubiera gustado que vinieran a ayudarnos» durante las sangrientas dictaduras militares que sufrieron.

También criticó a quienes la han atacado por el memorando de entendimiento entre su Gobierno y el de Irán para esclarecer el atentado contra la AMIA en Buenos Aires, cometido en 1994 y que causó 85 muertos.

Fernández dedicó una parte importante de su discurso al largo proceso judicial que enfrenta su país en los tribunales federales neoyorquinos con «fondos buitres» por el cobro de bonos de deuda argentinos que no aceptaron los canjes de reestructuración.

Recordó que esos fondos compraron «bonos defaulteados» por 40 millones de dólares que hoy pretenden cobrar «la totalidad a valor nominal, sin ningún plazo, ni quita ni espera», por un total de 1.700 millones o más, lo que supone un rendimiento del 1.300 %.

En este sentido, criticó a los «benditos mercados autorregulados», así como «el poder de los lobbystas», que gracias a que financian campañas políticas en países ricos se permiten «hacer tambalear el sistema financiero internacional».

La presidenta recalcó que Argentina, gracias a sus reestructuraciones, «pudo pagar a sus acreedores sin las recetas que se le imponían desde el Fondo Monetario Internacional».

Fernández dijo que la reestructuración ha logrado en fases sucesivas una aceptación del 93 % de los acreedores, y que desde 2005 Argentina «ha pagado en término y rigurosamente cada uno de los pagos de su deuda». EFE

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