MALGOBEK, Rusia (AP) — La madre de los dos sospechosos del asesinato del líder opositor ruso Boris Nemtsov dice estar segura de que son inocentes. Anzor y Shagid Gubashev están entre los cinco hombres, todos de etnia chechena, acusados del crimen del 27 de febrero en un puente cerca del Kremlin.
«Nunca creeré que lo hicieron, nunca», dijo su madre, Zulai Gubasheva, a The Associated Press. «No los crie para eso», agregó.
La familia vive en Ingushetia, una empobrecida república rusa fronteriza con Chechenia en el Cáucaso.
Afirmó que sus hijos, ambos treintañeros, se fueron a Moscú hace años porque no encontraban trabajo. Agregó que a su hijo mayor, Anzor, que sirvió en el ejército de Ingushetia durante dos años, le ofrecieron un trabajo en la policía de Chechenia, pero que ella lo disuadió.
«No, Anzor, no lo hagas, no quiero esto para ti, no quiero que siempre estés temiendo por tu vida», dijo Gubasheva que le pidió. «Y él me respondió: ‘De acuerdo, mami, te lo pregunté y me diste tu opinión»’.
Añadió que su hijo viajó a la capital rusa para reunirse con su hermano.
Uno de los otros sospechosos, Zaur Dadaev, había sido policía en Chechenia. Gubasheva dijo que era su sobrino y que se había criado con sus hijos.
En una audiencia judicial en Moscú, un juez dijo que Dadaev confesó el crimen. Sin embargo, Dadaev se declaró inocente en la audiencia y más tarde se retractó de su confesión. Los otros sospechosos han negado tener que ver con el crimen.
Por MUSA SADULAYEV, Associated Press