Se cumplen tres años de la destitución de Fernando Lugo

Fernando Lugo. Foto de archivo

Hace hoy tres años el presidente paraguayo, Fernando Lugo, fue destituido en un rápido juicio político impulsado por el Partido Colorado y por el Partido Liberal, terminando así con el único Gobierno alternativo a la formación colorada que ha habido en la actual democracia de Paraguay.

Lugo ganó las elecciones de 2008 como representante de una alianza de partidos de izquierda y movimientos sociales llamada Frente Guasú (FG), que se había unido al Partido Liberal, tradicional oposición a la dictadura del general Alfredo Strossner (1954-1989), para vencer al hegemónico Partido Colorado.

El Parlamento destituyó a Lugo el 22 de junio de 2012, una semana después de que un operativo policial desembocara en un intercambio de tiros en unas tierras cercanas a la localidad de Curuguaty (sureste), donde un grupo de campesinos exigía que se aplicase la reforma agraria.

Seis policías y once campesinos murieron sin que aún se sepa cómo ocurrieron exactamente los hechos. La masacre fue el motivo esgrimido por el Partido Liberal (PLRA) y el Partido Colorado en el juicio político a Lugo.

En total, 39 de los 45 legisladores de la Cámara alta decidieron condenar a Lugo en un proceso de menos de 48 horas donde fue declarado culpable de «mal desempeño de sus funciones».

Trece campesinos enfrentan desde entonces cargos de invasión de inmueble ajeno y asociación criminal y diez de ellos también por intento de homicidio de los policías, tras pasar por tres años de cárcel preventiva y domiciliaria.

Sin embargo no hay imputados por la muerte de los once labriegos.

Su juicio, tras ser retrasado por la Justicia en más de cuatro ocasiones, comenzará a celebrarse el próximo 28 de julio.

A Lugo, actual senador, le sustituyó el que era su vicepresidente, el liberal Federico Franco, que gobernó hasta agosto de 2013, cuando entregó el poder al colorado Horacio Cartes, ganador de las elecciones de ese año y actual mandatario del país suramericano.

La llegada de Franco a la Presidencia provocó el aislamiento diplomático de Paraguay con los países de la región, que retiraron a sus embajadores de la capital paraguaya.

Cancilleres de los países del Mercado Común del Sur (Mercosur) calificaron entonces de «ruptura del orden democrático» al proceso y suspendieron a Paraguay del grupo arancelario, como también hizo la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).

Solo tras la toma de posesión de Cartes, el 15 de agosto de 2013, ambos bloques aceptaron levantar las suspensiones internacionales contra Paraguay. EFE (I)

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