85 detenidos en Túnez por vandalismo, robo y violación del toque de queda

Túnez. Foto: EFE

Túnez (EFE).- Un total de 85 personas fueron arrestadas el sábado en diversas provincias de Túnez acusadas de actos de vandalismo, saqueo y violación del toque de queda impuesto desde el jueves, informó hoy el coronel Jelifa Chibeni, portavoz de Guardia Nacional.

Entre los detenidos se contabiliza un grupo de hombres que trató de atracar una entidad bancaria y otro que asaltó un centro comercial en el barrio popular de Ettadhamoun, en el extrarradio de la capital, indicó Chibeni en un comunicado.

Estas detenciones se suman a las 123 practicadas por las mismas razones el viernes.

Túnez ha entrado en un periodo de inestabilidad social desde que a principios de esta semana cientos de personas salieran a las calles a protestar contra la crisis y el desempleo en las zonas rurales de la provincia suroccidental de Kasserine, empobrecida y afectada por la acción de los grupos yihadistas.

Las manifestaciones, que comenzaron como una muestra de indignación social, fueron rápidamente manipuladas por grupos de extrema derecha asociados al antiguo régimen y movimientos radicales salafistas para generar violencia.

La situación se hizo tan peligrosa el jueves que el primer ministro tunecino, Habib Essid, se vio obligado a abandonar el Foro de Davos y regresar de inmediato al país.

Su primera medida fue decretar el viernes el toque de queda en todo el país desde las 20.00 horas locales (18:00 GMT) a las 5.00 (3.00 GMT).

Las protestas se producen en medio de la crisis que sacude al partido Nida Tunis, mayoritario en la coalición de gobierno, que se partió días atrás y perdió la mayoría que tenía en la Cámara en favor de sus socios, los islamistas moderados de An Nahda.

Días antes, Essid había ordenado una remodelación del gobierno en la que los islamistas ganaron peso.

Cinco años después de la revolución que derrocó la dictadura de Zinedin el Abedin ben Ali, la violencia yihadista, el paro, el alza de los precios, la frustración por la lentitud de las reformas y el retroceso de algunos derechos con la excusa de la Seguridad amenazan el progreso de la única primavera árabe que no ha fracasado. EFE (I)

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