El candidato uribista a la Presidencia de Colombia, Iván Duque, tiene un pie en la segunda vuelta, según todas las encuestas cuando faltan dos meses para las elecciones, y está a la espera de quién será su rival, entre el ramillete de aspirantes que le siguen.
Los últimos cuatro sondeos le confieren a Duque, del Partido Centro Democrático, entre el 35,4 y el 45,9 % de la intención de voto para la primera vuelta de las elecciones que se llevarán a cabo el 27 de mayo, con una ventaja de más diez puntos porcentuales sobre el segundo, el izquierdista Gustavo Petro, del movimiento Colombia Humana.
El margen más estrecho lo tiene en la encuesta de Guarumo-Ecoanalítica que publicaron el pasado domingo el diario El Tiempo y la emisora de radio La W, en la cual Duque tiene una intención de voto del 35,4 % contra el 22 % de Petro, lo que supone una ventaja de 13,4 puntos porcentuales.
La más amplia, de 19,2 puntos, la saca en una encuesta de Invamer para la revista Semana, Blu Radio y Noticias Caracol, según la cual Duque tiene un apoyo del 45,9 % y Petro el 26,7 %.
Esos números permiten pensar que Duque ha puesto tierra de por medio con los demás candidatos como para pasar a la segunda vuelta que se celebrará el 17 de junio y en la cual vencería a cualquiera de sus rivales, coinciden los sondeos.
A esa percepción contribuye el hecho de que su intención de voto muestra una tendencia de crecimiento consistente mientras la de Petro se estanca o baja unas décimas de punto.
Lo mismo ocurre con los otros candidatos, el exalcalde de Medellín Sergio Fajardo, de Coalición Colombia, cuyo apoyo se mantiene ligeramente por encima del 10 % en las encuestas; mientras que el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, del movimiento Mejor Vargas Lleras, y el exjefe negociador de paz con las FARC, Humberto de la Calle, del Partido Liberal, no pasan del 6 %.
Sin duda en el crecimiento de Duque pesa mucho el apoyo del expresidente Álvaro Uribe, fundador y líder del Centro Democrático, que como jefe de la oposición ha capitalizado el descontento de medio país con el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y con el proceso de paz.
También el efecto repunte por la enorme presencia mediática que cosechó en las elecciones legislativas del 11 de marzo a las que compareció para una consulta interpartidista en la que venció a los conservadores Marta Lucía Ramírez y Alejandro Ordóñez.
Ese día obtuvo algo más de cuatro millones de votos por los 1,5 millones que cosechó Ramírez, hoy su compañera de fórmula vicepresidencial, y los 385.000 de Ordóñez.
Eso le da un piso notable de votos, especialmente si se toman en cuenta los comicios de 2014, cuando Santos y el también uribista Óscar Iván Zuluaga pasaron a la segunda vuelta con 3,3 y 3,7 millones de votos, respectivamente.
En ese año estaban llamados a votar casi 33 millones de colombianos, mientras que en las pasadas legislativas esa cifra aumentó hasta los 36 millones, por lo cual el apoyo que Duque obtuvo en esa consulta prácticamente le garantiza entrar en la segunda vuelta con serias opciones.
A juzgar por las encuestas, su rival más duro debe ser Petro, alcalde de Bogotá entre 2012 y 2015 y exguerillero del Movimiento 19 de Abril (M-19), que también subió en sus aspiraciones luego de la consulta de una alianza de izquierdas a la que se sometió el 11 de marzo junto a Carlos Caicedo, exalcalde de Santa Marta.
Petro obtuvo 2,8 millones de votos frente a los 515.000 de Caicedo, lo que hace prever que necesita crecer para pasar a la segunda vuelta.
Sin embargo, el voto total en ese embate electoral fue de 17,8 millones, del que apenas 2,6 millones optaron por la izquierda y centro-izquierda.
Cerca de 9,3 millones votaron a partidos claramente de derechas para el Senado, mientras que 1,9 millones lo hicieron por el Partido Liberal, que también formó parte de la coalición con la que Santos llegó al poder.
Por todo ello, más el consabido voto oculto, parece claro que Petro no tiene garantizado el acceso a la segunda ronda y es ahí donde entran las cábalas de los analistas.
Los resultados y los sondeos indican que Duque ha conseguido acaparar la mayoría del voto de la derecha en un país tradicionalmente conservador, marcando una tendencia de alza que hace soñar a sus más fervientes seguidores con la posibilidad de ganar la Presidencia incluso en la primera vuelta.
Sin embargo, Vargas Lleras, la otra carta de la derecha, ya anunció que a partir de la semana entrante fortalecerá su campaña, con lo que espera movilizar a esa base electoral para crecer mucho más allá del 6 % que le dan las encuestas.
Con ese panorama, parece que el primer puesto el 27 de mayo está garantizado para Duque, si bien la lucha para acceder a la segunda vuelta se antoja encarnizada. EFE