Indígenas de la Amazonia piden a los Gobiernos medidas urgentes frente al COVID-19

Músicos indígenas aguardan en el sitio donde el papa Francisco celebrará misa en San Cristóbal de las Casas, México, el lunes 15 de febrero de 2016. Francisco celebrará una misa en tres lenguas indígenas durante una visita al estado de Chiapas. La visita también está dirigida a impulsar la fe en el estado menos católico se México. (AP Foto/Eduardo Verdugo)

La Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) y sus organizaciones integrantes de los nueve países amazónicos urgieron este martes a sus respectivos Gobiernos a adoptar medidas de protección para hacer frente a la propagación del COVID-19.

En una declaratoria de carácter urgente, subraya la «doble vulnerabilidad» de los pueblos originarios en materia de «exclusión y marginación histórica» y recuerda que ante la emergencia sanitaria declarada carecen de «protocolos específicos» para enfrentar la pandemia.

La COICA exige a los Gobiernos de los países amazónicos «tomar medidas urgentes de protección para las comunidades indígenas, que incluyan campañas de información y prevención en sus propios idiomas, así como el fortalecimiento de los sistemas de salud pública que brindan servicios a las comunidades».

Exigen asimismo un reconocimiento por parte de cada Gobierno de los países de la cuenca amazónica para que «de manera pública» acepten su responsabilidad con los pueblos y nacionalidades indígenas, como «poblaciones especialmente vulnerables a la pandemia», al igual que los adultos mayores y personas con inmunidad deprimida.

La COICA aglutina a las confederaciones y organizaciones de los pueblos indígenas de los nueve países de la cuenca amazónica: Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam y la Guayana Francesa.

Representa a 511 pueblos indígenas y más de 66 en aislamiento voluntario y contacto inicial, que perviven en miles de comunidades de forma ancestral, en un territorio que abarca 200 millones de hectáreas del bosque tropical considerado más biodiverso del mundo.

En su declaración, solicitan asimismo a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos y al relator especial sobre los Derechos de los Pueblos indígenas ante la ONU un pronunciamiento sobre la «histórica desatención que han sufrido los pueblos indígenas en torno al acceso a los sistemas de salud pública».

Y piden la intervención Naciones Unidas y la comunidad internacional para que vigilen su particular situación, al tiempo que la solidaridad a través de estructuras orgánicas propias de los pueblos indígenas para que la atención médica e insumos básicos puedan llegar a las comunidades.

El liderazgo indígena de la región exhorta a que se garantice el acceso a la alimentación, «protegiendo la economía de pervivencia de las comunidades productoras» y asegurando fuentes de alimentación propias.

«Es mandatorio y necesario que los Gobiernos prioricen los derechos a la vida digna, la salud, la integridad física, consentimiento y la autodeterminación de los pueblos indígenas sobre las actividades extractivas en sus territorios», reza el documento.

Y exigen que se intensifiquen las acciones de vigilancia y protección de los territorios invadidos por «petroleros, mineros y madereros».

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