El costo de la ley

Por Camila Moreno

El jueves pasado me encontré discutiendo acaloradamente con servidores públicos del Ministerio de Relaciones Laborales por un asunto que no debió ser controversial. Terminé sintiéndome decepcionada, indignada e impotente. No es una situación aislada: el escenario a veces cambia, puede ser el Municipio, el IESS, o alguna otra institución pública; los implicados también son diversos: trabajadores, emprendedores, extranjeros; pero el problema siempre es el mismo: demasiados requisitos, condiciones cambiantes, lecturas restrictivas de la normativa, en fin… barreras legales.

Imagino que la intención del legislador y del funcionario no es mala: a través de requisitos y trámites burocráticos pretenden asegurar los intereses de las personas y garantizar el cumplimiento de sus derechos. Lamentablemente olvidan que, en la práctica, lo que crean son “costos de transacción” que terminan volviéndose exigencias que no se aplican. Lo engorroso de los trámites hacen que, muchas veces, sea mejor que el trámite se lleve a la práctica con al menos una parte de los requisitos, a que no se apliquen en lo absoluto; o que peor aún, se conviertan en un obstáculo para aquellos con menos posibilidades.

Son varias las posibles consecuencias que se plantean ciertos sectores al tener que aplicar estas barreras: más desempleo, menos inversión extranjera, informalidad, sub-registro de información, entre otros. Pero lo más preocupante es el engrosamiento del sector informal, ese sector de la economía que Hernando Del Soto define como aquel que funciona al margen de la ley, es decir, que utiliza medios ilícitos para conseguir fines lícitos. En primer lugar, porque se fomenta la cultura de irrespeto a las instituciones legales, y porque, además, no es un espacio seguro para los productores, comerciantes o consumidores.

Pero, ¿por qué la gente se ve obligada a sumarse al sector informal? Simple: porque el costo de la ley es demasiado alto, y mucho más si las instituciones administrativas, so pretexto de garantizar derechos, fortalecen estas barreras. Más que la propia voluntad de la gente, las instituciones legales, tal y como se están desarrollando, son económicamente ineficientes y tergiversan el propio sentido del Derecho.

Son las empresas pequeñas y los microempresarios los que se ven más afectados por los engorrosos y muchas veces onerosos trámites administrativos. El costo de transacción es alto, no sólo por el dinero que se debe desembolsar en honorarios, tasas, contribuciones, transporte, entre otros; sino principalmente por el tiempo improductivo que el particular debe destinar a cumplir (o intentar cumplir) con obstáculos que muchas veces no tienen sentido.

El Estado debe procurar disminuir el tamaño del sector informal creando un espacio seguro en el mercado, y quitar estas barreras legales no resolverá los otros problemas que lo causan como el acceso al crédito, al capital, a la capacitación, a la tecnología, entre otros. Y, de hecho, es una obligación del Estado garantizar que los servicios al público sean eficientes y seguros y respondan al bien común, nos guste o no. Sin este control, por ejemplo, la cantidad de muertes por alcohol adulterado fuera mayor. Pero los legisladores y autoridades encargadas de la aplicación de la política en este país deben recordar que la teoría a veces se aleja demasiado de la práctica, que muchas de las decisiones que toman se vuelven inadecuadas y anacrónicas con la realidad de nuestro país y que, al fortalecer estas barreras, pueden provocar un efecto contrario al deseado: más informalidad de la que actualmente existe, menos cumplimiento de la ley y menos protección de los derechos tutelados. Deben tener cuidado: sería bueno que al menos por un momento se deje la teoría de lado y se salga a analizar lo que verdaderamente está pasando en el país.

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8 Comments

  1. eso mi querida amiga no le conviene a la revolución troglodiana del siglo 21. no ve que de la manera que usted lo ve las cosas se solucionarían mas rápido. y luego nosotros tendríamos mas tiempo para pensar en las cosas que el gobierno esta haciendo y ya usted se imagina con la mente y el tiempo ocupada no hay espacio para hacerle revolución a la revolución. y precisamente eso es lo que quiere este inepto gobierno, incapaz de e 4 años que lleva hacer algo bien hecho, aunque hallan sido 4 cosas peo que las hubiera hecho bien. pero que va, esa no es la mentalidad de los revoltosos. sino tenernos en la inseguridad total e indefension. pero porque esta embrutecido por los tres mosqueteros, el Alexis, y los Alvarados. trío de burgueses.

  2. Lo que pasa es que como hay que mantener a tanta tracalada de apadrinados y calientapuestos, la unica manera de hacerlo es que los tramites sean engorrosos y mientras mas mejor para tenerlos haciendo «algo» y justifiquen el sueldo y la otra porque del pago de honorarios, tasas, tramites y demas sale el billuso para pagarle a tanto mantenido, no en vano el estado es el empleador # 1 del pais, creo al menos.

  3. Lo que pasa es que como hay que mantener a tanta tracalada de apadrinados y calientapuestos, la unica manera de hacerlo es que los tramites sean engorrosos y mientras mas mejor para tenerlos haciendo «algo» y justifiquen el sueldo y la otra porque del pago de honorarios, tasas, tramites y demas sale el billuso para pagarle a tanto mantenido, no en vano el estado es el empleador # 1 del pais, creo al menos.

  4. El economista Peruano, Hernando de Soto, en su libro «El otro Sendero», señalaba que los engorrosos trámites para gestionar la creación de nuevas empresas y negocios, empujan a la gente mas bién a trabajar dentro de la informalidad. Esto hace que se de una competencia desleal con aquellos empresarios e inversionistas, que si cumplen con los interminables trámites legales exigidos por la burocracia.
    Se deberían reducir al mínimo los requisitos legales, para la creación de nuevos negocios, sobre todo para el sector microempresarial. Así de paso se eliminaría la corrupción de los tramitadores facilitadores, y las coimas a burócratas.
    El resultado sería , más empresas y negocios, por ende mas empleo. Pero en un país en donde es cada vez mas aplastante la presencia del Estado, hasta en la sopa; este objetivo no pasa de ser un sueño

  5. El economista Peruano, Hernando de Soto, en su libro «El otro Sendero», señalaba que los engorrosos trámites para gestionar la creación de nuevas empresas y negocios, empujan a la gente mas bién a trabajar dentro de la informalidad. Esto hace que se de una competencia desleal con aquellos empresarios e inversionistas, que si cumplen con los interminables trámites legales exigidos por la burocracia.
    Se deberían reducir al mínimo los requisitos legales, para la creación de nuevos negocios, sobre todo para el sector microempresarial. Así de paso se eliminaría la corrupción de los tramitadores facilitadores, y las coimas a burócratas.
    El resultado sería , más empresas y negocios, por ende mas empleo. Pero en un país en donde es cada vez mas aplastante la presencia del Estado, hasta en la sopa; este objetivo no pasa de ser un sueño

  6. El economista Peruano, Hernando de Soto, en su libro «El otro Sendero», señalaba que los engorrosos trámites para gestionar la creación de nuevas empresas y negocios, empujan a la gente mas bién a trabajar dentro de la informalidad. Esto hace que se de una competencia desleal con aquellos empresarios e inversionistas, que si cumplen con los interminables trámites legales exigidos por la burocracia.
    Se deberían reducir al mínimo los requisitos legales, para la creación de nuevos negocios, sobre todo para el sector microempresarial. Así de paso se eliminaría la corrupción de los tramitadores facilitadores, y las coimas a burócratas.
    El resultado sería , más empresas y negocios, por ende mas empleo. Pero en un país en donde es cada vez mas aplastante la presencia del Estado, hasta en la sopa; este objetivo no pasa de ser un sueño

  7. El economista Peruano, Hernando de Soto, en su libro «El otro Sendero», señalaba que los engorrosos trámites para gestionar la creación de nuevas empresas y negocios, empujan a la gente mas bién a trabajar dentro de la informalidad. Esto hace que se de una competencia desleal con aquellos empresarios e inversionistas, que si cumplen con los interminables trámites legales exigidos por la burocracia.
    Se deberían reducir al mínimo los requisitos legales, para la creación de nuevos negocios, sobre todo para el sector microempresarial. Así de paso se eliminaría la corrupción de los tramitadores facilitadores, y las coimas a burócratas.
    El resultado sería , más empresas y negocios, por ende mas empleo. Pero en un país en donde es cada vez mas aplastante la presencia del Estado, hasta en la sopa; este objetivo no pasa de ser un sueño

  8. En realidad nuestros mandantes como mencionan se basan más en la teoría que en la práctica, actualmente para emprender en una simple tienda formal y legal, se requiere de tiempo y dinero, hay que pagar impuestos por todo, desde los bomberos, sri, municipio, gobernación, permisos en la jefatura de salud, etc, volviéndose algo muy tedioso y costoso para el común ciudadano que desea emprender en algo. Y para colmo en la mayoría de los casos no se pueden observar mejoras con respecto a los impuestos cancelados.

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