Por Vicente Albornoz
La buena noticia es que el PIB creció. La mala noticia es que ese crecimiento no es sostenible. El reto a futuro es evitar que caiga más adelante.
Primero, pongamos las cosas en contexto. La producción en el Ecuador viene recuperándose consistentemente desde la caída que sufrió a mediados del 2009. En el segundo trimestre de este año la producción fue 2,2% más alta que en el trimestre anterior. Como había venido creciendo todos los trimestres anteriores, si se compara lo producido en el país entre abril y junio de este año con lo producido en los mismos meses del año pasado, resulta que es casi 9%.
Dentro de ese crecimiento de 2,2%, resulta que es relativamente poco el aporte del petróleo. El Banco Central señala que el sector petrolero creció un cuarto de un punto porcentual entre el primer y el segundo trimestre. Eso significa que la gran mayoría del crecimiento vino del sector no petrolero de la economía.
La pregunta en este caso es por qué creció el PIB no petrolero. Es interesante ver que entre los dos primeros trimestres del año, el gasto público aumentó en 18%. En otras palabras, la totalidad del sector público gastó, entre abril y junio, casi 7 800 millones de dólares, lo cual supera en 1 200 millones lo gastado en los tres meses anteriores.
Todo esto significa que una enorme cantidad de recursos adicionales ingresaron al sistema económico en esos tres meses. Esa enorme cantidad de recursos se dirigió a varias cosas, la principal fue comprar bienes de consumo, la segunda fue a vivienda y también hubo recursos que fueron a la inversión productiva.
Ese aumento del gasto del Gobierno se pudo financiar gracias a un excelente precio del petróleo. El segundo trimestre de este año los precios del petróleo casi llegaron a su récord del 2008. Hubo abundantes recursos disponibles y el Gobierno los gastó todos.
La causalidad sería la siguiente: crece el precio del petróleo, aumentan los ingresos del Gobierno, el Gobierno gasta hasta el último centavo disponible, una enorme cantidad de dinero entra al sistema y se gasta en bienes de consumo, en vivienda y en inversión. Así, la economía crece.
Es tan evidente esta relación entre precio del petróleo y crecimiento de la economía que Manuel González publicó el mes pasado en Carta Económica un cálculo econométrico demostrando que desde el año 2007 hay una alta correlación entre el precio del barril y el PIB trimestral. Antes de esa fecha la correlación era mucho más débil.
El problema es que si el precio del petróleo deja de crecer, la economía se estancará y si cae el precio del barril, la economía podría contraerse. La manera de evitar esto sería crear un ambiente de confianza tal que la gente gaste e invierta sin depender del gasto público. Utópico por ahora.
Interesante este artículo, da datos sin caer en en tópicos, aún así se ve lo que quiere insinuar, efectivamente este gobierno usa políticas Keynesianas, no obstante la última frase de este artículo es la clave: «La manera de evitar esto sería crear un ambiente de confianza tal que la gente gaste e invierta sin depender del gasto público.»
El gasto público aunque no lo parezca es inversión:
Mejora en vialidad–>mejores tiempos–>aumento productividad. : )
Mejores infraestructuras–>mayor atracción turística–> aumento ingresos sector servicios : )
Mejora sistema aduanero–>aumento productividad : )
Ayudas renovación parque vehícular–>aumento productividad : )
Incentivos producción nacional–> Disminución importaciones : )
Construcción hidroeléctricas–>Energía barata y limpia–>Mayor confianza : )
Más contratación y equipamiento cuerpos de seguridad–>Mayor confianza : )
Y una lista larga de mejoras en la estructura económica del país, por supuesto esto no va a ser el jardín del edén en 4 o 5 años, muchas políticas y leyes acaban de aprobarse, otras ya están dando sus frutos, pero sin lugar a duda ayudan a salir del sistema extractivista en el que estamos sumergidos.
Si se hacen las cosas bien el gasto público en algún momento deberá caer en una suave pendiente y permanecer en un estándar, en equilibrio con el aumento de la producción, se trata de equilibrar la balanza: cuando se consiga más producción se quita gasto hasta equilibrar la balanza, en ese momento ya podríamos abandonar el crecimiento debido al gasto público.
Como bien dices si se reducen los precios del petróleo se reduce el gasto público, por tanto se reduce el crecimiento, en ese caso no se crecería tanto, no sería el fin del mundo, en Europa se llegó a decrecer y no fue el fin del mundo.
Si el precio del petróleo se reduce y se mantiene en el tiempo (bastante improbable), deberíamos preocuparnos de manera seria, no solo en el Ecuador sino en el mundo entero, estaríamos hablando de hecatombe en el sistema global o guerra mundial, de hecho ya nos estamos preocupando (veánse marchas globales, plantones, protestas, manifestaciones en todo el mundo…).
Por último recuerde que el crecimiento no petrolero no esta sustentado solo por el gasto público, las contribuciones tributarias han aumentado y esto ha hecho crecer mucho más al crecimiento no petrolero.
Saludos!