Pensar de acuerdo al manual de amor al líder

Por Eduardo Varas
Quito, Ecuador

Por regla general, en este Ecuador encorsetado en una Revolución Ciudadana, las ideas y los pensamientos, más que permitirnos un recorrido o un diálogo necesario, se concentran en ser verdades, bloques inamovibles. No importa la posición que se tenga, si a favor o en contra del régimen, de seguro encontrará la manera de refrendar sus ideas en función de las cosas que ve y que cree que ha visto.

Insisto: la razón engaña, sobre todo, cuando hay un bicho que nos hace creer que somos animales infalibles y que todos nuestros objetivos son los adecuados.

¿No es esa la “certeza” que predica el Gobierno?

Cuando la gente que se manifiesta en contra de lo que la Revolución Ciudadana es, y se anuncia como portadora de la respuesta posible (y sin embargo realiza prácticas similares de creación de certezas), empiezo a creer que nada tiene solución en Ecuador.

Pero me queda reír, y mucho.

Este fin de semana he reído tanto con todo lo escrito en Twitter a raíz del artículo de opinión que Nancy Bravo de Ramsey publicó en diario El Telégrafo, titulado “¡Tenga ciudado, mashi Rafael!”, en el que advierte al Presidente del “complot” estadounidense para enfermar a los líderes de la región. Escribió: “Recuerde que los primeros magistrados de aquellas naciones de orientación política progresista, nacionalista o socialista como usted, que los jefes de Estado de plena acción democrática que guían a sus pueblos por el sendero del desarrollo con equidad protegiendo su soberanía, están en la mira de quien se cree el todopoderoso dueño del mundo. Y están sufriendo las consecuencias del cáncer o de otros males”. Y sí, hace referencia a las enfermedades de presidentes como Fernando Lugo, Hugo Chávez y hasta de la más reciente en la lista: Cristina Fernández.

El daño en este texto es profundo y habla de esa incapacidad que estamos desarrollando para comprender la dimensión real de lo que debe ser la relación con nuestros gobernantes. Veo con mucho temor que lo único que existe es una discreta conciencia. Lo que queda a aquellos que piensan, y que creen que lo hacen y lo celebran, es reafirmar ideas que vayan transformando incluso los contextos históricos o eso que luego se va a convertir en historia, para hacer que sus pasiones tengan sustento fuera de ellos. ¿No es al revés el proceso?

No sería de extrañarse que en dos años se haya definido que algún agente de la CIA en realidad sí contagió a los mandatarios. Claro, sin ninguna prueba. ¿Por qué habría que dudar de aquello en lo que no queda duda?

El dilema no está en que Nancy Bravo de Ramsey deba probar algo de lo que afirma en ese texto; el punto está en que ella debería preguntarse por qué le ha dado tanta importancia a un gobernante, cuando este país con su historia nos exige ser menos ingenuos con los que ocupan esos puestos. Se pueden tener pasiones políticas, pero si la realidad comienza a ser vista de otra forma por esas pasiones (y no precisamente en un acto de ficción de altura), es mejor colgar los guantes. Retirarse y entender que hay muy poco que hacer.

Pensar de acuerdo al manual es igual a no pensar.

Pero ella no es la única. La historia y la política son amigas que se juntan en función de las conveniencias, y no necesariamente en espacios que quizás podrían permitir mejores lecturas. En medio de la polémica por la colocación de una estatua de León Febres Cordero en Guayaquil, Pedro X. Valverde Rivera publicó en El Universo un artículo titulado “Otra vez León”, en el que defiendió que se le rinda homenaje al expresidente. Escribió: “A aquellos jóvenes colegas que públicamente se han sumado a las críticas, les recomiendo que pregunten a sus mayores, ¿cómo fue el Ecuador de los años ochenta durante el gobierno de León?

¿Cómo se desangraba el Perú con Sendero Luminoso y Colombia con el M-19?
Busquen el testimonio de las víctimas de la guerrilla naciente en el Ecuador.
Pregunten a los familiares de secuestrados y torturados por estos jóvenes “revolucionarios”. Y en cuanto a la urbe, quienes nacieron en una ciudad limpia, ordenada y en marcha, pregunten ¿Cómo era Guayaquil cuando León asumió el reto de desenterrarla de la inmundicia en que estaba sumida? ¿Que León cimentó en el poder político de su partido las conquistas de la nueva Guayaquil? Por supuesto y un aplauso por ello…
”.

Yo no le veo muchas diferencias a ambos textos. Pasión por sus “líderes modelo”. El problema es que “la verdad histórica” nunca es un peluche con el que se deba dormir para sentirse acompañado por las noches.

En el fondo son posiciones de mundo enfrentadas, incapaces de arrancarse ese antifaz pesado de razón sobre sí. De esta forma no habrá posibilidad de establecer algo en común. Uno es bueno y lo van a matar… y otro fue bueno y merece homenajes. ¿Y si los gobernantes son vistos con cierta distancia imprescindible? Es probable que ese sea el ejercicio que nos hace falta, porque pensar debería incluir su cuota de cuestionamiento personal a aquello que consideramos “verdad”.

¿No deberían publicarse estos editoriales? Claro que deberían publicarse, son síntomas… de algo que como sociedad parece no tener respuesta: amar irrestrictamente a nuestros líderes o a las ideas que nos definen. Ese parece ser el camino de estos días.

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2 Comments

  1. Toda la vida ha habido y habrá líderes mesiánicos seguidos por una turba  que necesita tanto un lider, que lo diviniza, eliminando de el, toda falla o limitación, para luego ejecutar lo que este  diga o desee sin limitacion o análisis,  Lo cual , porsupuesto, lo aprovecha el «nuevo enviado divino»
    Lo peor de esto es que en las alturas del poder, el lider y su corte de asesores e incondicionales ( hasta que el barco se hunda), aprovechando  las necesidades sin resolver, de un pueblo pobre y limitado culturalmente , buscan eternizarse en el poder desarmando las instituciones del país y volviendo luego a armarlas de acuerdo a sus proyectos políticos.
    Y claro, esto puede suceder actualmente,  solo en nuestras «Banana Repúblicas»
    Todo esto consiguen luego legalizarlo por medio de «votaciones democráticas» que se ganan con votos conseguidos con «bonos de pobreza» y puestos burocráticos creados en cantidades irresponsables.
     Todos estos gastos son principalmente sostenidos por enormes y fortuitos  ingresos ,  provenientes del alto precio «OCACIONAL» del petroleo, y créditos internacionales con intereses claramente onerosos para la economía nacional, pero que dan  una momentánea sensación  de bonanza y liquides
     Porsupuesto tambien existe el apoyo de un grupo relativamente pequeño que  sigue creyendo, de buena fe, que los milagros ofrecidos se harán realidad y el progreso y bienestar llegará para todos.
     
    Despues de todo este trabajo, salen a la luz los habiles aduladores que rodéan al lider, y que, manteniéndose en segundo plano , logran el control soterrado de todo y  la situación propicia para su enrriquesimiento personal .-   Estos son los que algún representante de grupos sociales llamó «Nuevos Ricos » , ganándose una condena carcelaria y la orden de pago de una enorme indemnización por «daño moral».

    Créo que parte de esta gente necesitada de un Amo ,es la que se lanza a apoyar en forma ciega, fanática y sin limitaciones al lider que los encandila.

     

     
          

  2. Toda la vida ha habido y habrá líderes mesiánicos seguidos por una turba  que necesita tanto un lider, que lo diviniza, eliminando de el, toda falla o limitación, para luego ejecutar lo que este  diga o desee sin limitacion o análisis,  Lo cual , porsupuesto, lo aprovecha el «nuevo enviado divino»
    Lo peor de esto es que en las alturas del poder, el lider y su corte de asesores e incondicionales ( hasta que el barco se hunda), aprovechando  las necesidades sin resolver, de un pueblo pobre y limitado culturalmente , buscan eternizarse en el poder desarmando las instituciones del país y volviendo luego a armarlas de acuerdo a sus proyectos políticos.
    Y claro, esto puede suceder actualmente,  solo en nuestras «Banana Repúblicas»
    Todo esto consiguen luego legalizarlo por medio de «votaciones democráticas» que se ganan con votos conseguidos con «bonos de pobreza» y puestos burocráticos creados en cantidades irresponsables.
     Todos estos gastos son principalmente sostenidos por enormes y fortuitos  ingresos ,  provenientes del alto precio «OCACIONAL» del petroleo, y créditos internacionales con intereses claramente onerosos para la economía nacional, pero que dan  una momentánea sensación  de bonanza y liquides
     Porsupuesto tambien existe el apoyo de un grupo relativamente pequeño que  sigue creyendo, de buena fe, que los milagros ofrecidos se harán realidad y el progreso y bienestar llegará para todos.
     
    Despues de todo este trabajo, salen a la luz los habiles aduladores que rodéan al lider, y que, manteniéndose en segundo plano , logran el control soterrado de todo y  la situación propicia para su enrriquesimiento personal .-   Estos son los que algún representante de grupos sociales llamó «Nuevos Ricos » , ganándose una condena carcelaria y la orden de pago de una enorme indemnización por «daño moral».

    Créo que parte de esta gente necesitada de un Amo ,es la que se lanza a apoyar en forma ciega, fanática y sin limitaciones al lider que los encandila.

     

     
          

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