Opinión

Los ricos también lloran, ¿no?

Por Eduardo Varas
Quito, Ecuador

No entiendo todavía muy bien cuándo se perdió el horizonte. Porque lo que puedo observar es que el drama de los poderosos se centra en palabras como “mentira”. Y dramas así son la base de las peores historias. Sí, el Hombre del Palacio quiere limpiar su honra a costa del sentido común. Y yo me pregunto: ¿Desde cuándo es más importante la honra del Hombre del Palacio que la certeza de que las dinastías de poder, como siempre ha pasado en Ecuador, vuelven a hacer de las suyas? Sí, ya sé que pueden decir que no hay nada ilegal con que el hermano del Hombre del Palacio tenga contratos con el Estado. Sin embargo, no es un tema de legalidad.

[…]

Opinión

Pensar de acuerdo al manual de amor al líder

Por Eduardo Varas
Quito, Ecuador

Por regla general, en este Ecuador encorsetado en una Revolución Ciudadana, las ideas y los pensamientos, más que permitirnos un recorrido o un diálogo necesario, se concentran en ser verdades, bloques inamovibles. No importa la posición que se tenga, si a favor o en contra del régimen, de seguro encontrará la manera de refrendar sus ideas en función de las cosas que ve y que cree que ha visto. Insisto: la razón engaña, sobre todo, cuando hay un bicho que nos hace creer que somos animales infalibles y que todos nuestros objetivos son los adecuados.

[…]

Opinión

Cuando escuchar está de más

Por Eduardo Varas

Me cuesta creer en la capacidad redentora del debate. Por una sencilla razón: nadie escucha. Todos quieren hablar, es necesario hacerlo, mostrarse, destrozar y ganar por caída y limpia. Lo dijo Lennon en una de sus últimas canciones: “Everybody’s talking, but no one says a word”. Sabiduría inglesa o ingenio de la desesperación. El único debate realmente posible está en el diálogo de los amigos, en los sitios menos esperados, cuando los carteles sobran y las etiquetas no molestan. El único debate posible está cuando callamos y permitimos que alguien más tenga nuestra atención.

[…]

Opinión

La barrera de cromo

Por Eduardo Varas

Desconfío de la gente que no confía en Philip K. Dick y en su capacidad de hacer de la ciencia-ficción y la paranoia el mejor vehículo para hablar de la humanidad y de los peligros que va creando para sí. Y no, no es una postura moralista; es más bien un pesimismo que alarma. Lo de Dick siempre fue la realidad y cómo verla a través de los ojos del temor, de una amenaza que no viene de mano de la tecnología, sino de eso que se hace con los logros del futuro. Ciencia-ficción de la buena. […]