Empezó la campaña

Por Gonzalo Orellana
Londres, Reino Unido

En un país como Ecuador, se sabe que empezó una campaña política, cuando se empiezan a hacer ofrecimientos absurdos y poco realistas. En los últimos días hemos visto a varios de los candidatos para la presidencia en las elecciones del próximo febrero «coincidir» en que es necesario elevar el bono de desarrollo humano.

Guillermo Lasso, de manera simplista, señaló que lo subiría gracias al dinero que se puede ahorrar reduciendo la publicidad del gobierno. El problema es que los números no cuadran, la subida del bono a 50 dólares implica un gasto extra de mas de USD 320 millones, lo que es claramente superior a lo que el gobierno gasta en publicidad, que aunque seguramente es más que los USD 12 millones que el gobierno reconoce como gasto en esta partida, difícilmente llegaría a financiar la subida del bono.

Pero si la propuesta de Lasso es irreal, lo que propone el Presidente es directamente peligroso.
Peligroso es que un gobierno presidido por un economista confunda excedente con utilidades. Todo negocio, y los bancos lo son, tiene derecho a recibir utilidades a cambio del dinero invertido, debemos erradicar del todo esa idea que lastimosamente persiste en algunas personas de que la búsqueda de beneficio es inmoral o ilegal. Que las utilidades de los bancos hayan aumentado en los últimos años es una buena noticia, como es una buena noticia que se hayan incrementado los depósitos, los créditos y la solidez de los bancos.

Peligroso también es que el presidente diga que va a utilizar las utilidades de los bancos para pagar el bono, olvidándose de que uno de los bancos con mas utilidades es público y por lo tanto nos pertenece a todos los ecuatorianos, olvidándose también que sin utilidades no hay ningún incentivo para mantener un negocio, y esa lógica se mantiene aun si el dueño del negocio es el Estado. No creo que el Banco del Pacifico o el Biess presten dinero pensando en perder.

Siendo sincero, no creo que el Presidente hable en serio y creo que más bien se trata de una reacción visceral y de un discurso electoral, tampoco creo que Lasso realmente piense que puede financiar el incremento con el ahorro de la publicidad gubernamental.

Un subsidio es una herramienta de política económica como cualquier otra, herramienta que además es utilizada por todos los gobiernos sin importar si son de izquierda o de derecha. Un subsidio sin embargo es eficiente en la medida que es específico, que implique algo a cambio para quien lo recibe y que tenga un carácter temporal. El bono de desarrollo humano cumple con algunas de estas características, al estar focalizado en la gente con menos ingresos y al obligar a los beneficiarios a una serie de acciones como escolarizar a sus hijos y llevarlos al médico de manera recurrente.

Es quizás demasiado pedir a los candidatos que se abstengan de hacer ofrecimientos sin tener un plan claro al respecto, sin embargo seria responsable que el Presidente se abstuviese de hacer anuncios que lo único que pueden generar es incertidumbre entre los depositantes y debilitar el sistema financiero.

También seria interesante escuchar a los candidatos de la derecha, y en particular a Guillermo Lasso, hablar sobre los subsidios mas ineficientes y costosos que tiene el Ecuador, me refiero a los varios miles de millones de dólares que gasta el país en subsidiar gasolina y gas de uso doméstico, beneficiando a los sectores de mayores ingresos, al contrabando y manteniendo un esquema totalmente disfuncional y profundamente injusto. Una simple racionalización de estos subsidios daría para incrementar el bono de desarrollo humano y sobraría para financiar gastos más útiles como educación, salud o infraestructura. Así que aquí les va una idea a los candidatos, que además es realista y considerablemente más justa. ¿Queremos ayudar a los más pobres? Porque no reducimos un poco los beneficios que damos a los mas ricos.

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