Hablando de Cuba…

Karen Hollihan
Miami, Estados Unidos

Pareciera que la dictadura de los hermanos Castro fuera interminable. Por cierto lo es para muchos en la isla, ya que después de más de cinco décadas, es lo único que han conocido dos generaciones. Los cubanos que se quedaron, padecieron y soportaron el empobrecimiento paulatino de su patria y la indoctrinación implacable de la propaganda provocando el exilio dramático de dos millones de cubanos.

Los que se fueron, vivieron el dolor del exilio, pero pudieron reconstruir sus vidas.

Como todo, también esta nefasta dictadura llegará a su fin. Fin que estará marcado por la muerte del octogenario ya bastante incapacitado; fin que está siendo catalizado por los jóvenes que han despertado gracias a la comunicación y redes sociales imparables.

El punto de partida para los cambios políticos y económicos será la muerte de Fidel, según Carlos Alberto Montaner, un referente del tema cubano, mientras que actualmente vivimos señales de cambio.

¿Cómo sera la transición? De hecho ha empezado, en gran parte con el aval del gobierno americano y sus nuevas y mas liberales políticas de inmigración en ambos sentidos con la isla. Unos hablan de que ocurra algo similar a lo que vivió el este de Europa después de la caída de la Unión Soviética. Otros predicen la implantación de un modelo vietnamita, el que combina un un régimen de partido único con una economía de mercado.

Una dictadura que se viste de cientos de presos políticos, que usa medidas de represión violentas contra damas que  visten de blanco y cualquier disidente de rap por ejemplo, no puede sostenerse. Ni hablar de las muertes sospechosas como la de Oswaldo Payá. Corea del Norte todavía puede aislar herméticamente a su gente, pero en las Américas ya no es posible, peor aún en este siglo.

Es más, el liderazgo de una tiranía cuya autoridad se basa en el miedo, no es transferible. Raul será un instrumento en ese cambio ciertamente y será interesante ver como sale ileso de la canch, aunque sus actuales actividades indican que su salida va a estar muy bien negociada.

La eterna pregunta de cómo puede durar medio siglo un gobierno que solo ha producido fracasos no es tan difícil de contestar. La respuesta está en la política exterior usada por el castrismo, como herramienta, que ha utilizado y manipulado coyunturas internacionales a su favor a pesar del hambre y la represión que resultó, sostenida por la propaganda maquiavélica, la lucha contra el”imperio”, y el sistema de inteligencia y contrainteligencia (calificado como el mas efectivo en el mundo  (Brian Latell”: Fidel’s secrets”) fueron algunos de los bloques que construyeron uno de los mitos más grandes de la historia.

Es un mito que ya no apela a la razón dice Yoani, sino a la creencia ciega; un mito que los líderes de Latinoamérica que peregrinan a La Habana les parece bien para esa nación, pero nunca aceptarían para la de ellos.

Es un mito que es más fuerte que el totalitarismo mismo.

El mito de la sanidad esta destruido hace mucho, así como sus vetustos hospitales cuyo pico de la fama de debió a los servicios gratuitos subsidiados pero básicos y carentes como en la Unión Soviética de entonces. Solo el apartheid de salud que favorece a gobernantes y extranjeros tiene un nivel aceptable, (los únicos que no tienen que llevar sus propias sabanas), lo que que ha propiciado un cuerpo de médicos frustrados y coimables) ya que perciben entre 16 y 23 US$).

El tan trillado canto empeñado en el militante desdén del “neoliberalismo”, la satanización del capitalismo, los relatos deformados y letanías que recitan en los foros, así como esa obsesiva perseverancia de la guerra fría sirven para manipular decisiones en las Naciones Unidas contra el gran enemigo autor del también tan trillado embargo .

Un chantaje infantil al que le ha hecho el juego un importante numero de gobiernos de la región, coronado por la hipocresía en la reciente cumbre de la CELAC .

Es una derrota vergonzosa de los políticamente correctos. Inaceptable desde cualquier punto de vista, pues sin ninguna duda, el castrismo cubano no es un modelo a seguir.

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