Liberalismo clásico, ¿qué mismo es?

Nicolás Gachet
Quito, Ecuador

En esta ocasión me gustaría compartir mi entendimiento sobre la corriente de pensamiento conocida como el liberalismo clásico.

Comencemos por diferenciándolo por el liberalismo (a secas) como, al parecer, se lo conoce más a menudo. El liberal es aquella persona que se cataloga como social demócrata en el contexto de los Estados Unidos. En el caso latinoamericano, el liberal puede ser confundido con los simpatizantes de la denominada “derecha”.

Particularmente, en el caso latinoamericano,  el liberalismo clásico no tiene absolutamente nada que ver con la derecha prehistórica predominante. Estos últimos pueden llegar a ser defensores de una economía estatizada y de un poder centrado colosal. Asimismo, tienden a favorecer modelos mercantilistas.

En el caso estadounidense, ser liberal es otra forma de decir que es creyente de la teoría del votante medio. En general el liberal estadounidense tiende a arrastrarse a lo que comúnmente denominamos centro.

En la actualidad a los liberales clásicos se los llama, comúnmente, libertarios. Estas personas son defensores de los derechos de la propiedad privada y del principio de no agresión. En pocas palabras, el liberal clásico es una persona que cree en la paz y quisiera ver a la sociedad manejarse dentro de un esquema de acuerdos contractuales y un alto respeto a la propiedad privada.

Los liberales clásicos, en cuestiones económicas, se separan de los clásicos Adam Smith y David Ricardo, entre otros; y más bien se guían en la filosofía de Bastiat, John Stuart Mill y Karl Popper en el ámbito epistemológico, y en las ideas de Von Mises, Rothbard y Hayek (entre muchos otros) en temas económicos.

En este contexto, puede hablarse también del famoso Neoliberalismo

El Neoliberalismo, que se ha convertido en el argumento de último recurso de las personas con tendencias izquierdistas, fue un nuevo nombre para el retorno de la políticas mercantilistas (no liberales) de varios países. El Neoliberalismo, en mi opinión, es bastante forzado como concepto y, lamentablemente, se esta transformando en la excusa/escapatoria de muchos académicos y políticos en el debate. La diferencia entre los liberales clásicos y la derecha latinoamericana ( ¿Neo liberal?) es abrumadora.

En cuanto a la parte técnica de la economía, muchos mantienen que los liberales clásicos no soportan modelos matemáticos. Eso es parcialmente verdad, puesto que algunos pensadores de esta escuela defienden, precisamente, que el uso de las matemáticas nos alejan del mundo real. No obstante, conforme avanza el desarrollo del pensamiento coyuntural de la escuela liberal clásica, algunos economistas comienzan a utilizar métodos econométricos para realizar estudios relacionados al ciclo económico (ver trabajos de Lucas Engelhardt) y de modelizar teorías macroeconómicas (ver trabajos de Roger Garrison).

De igual forma, la visión matemática de la búsqueda de patrones, es algo que se encuentra llamando la atención de algunos pensadores (ver teoría de fractales, experimentos económicos, complejidad).

En definitiva, la escuela liberal clásica tiene muchas diferencias con los conocidos liberales (derecha “prehistórica”) latinoamericanos y estadounidenses (social demócratas). Es simplemente el reconocimiento de la propiedad privada como algo sagrado en conjunto con la no agresión en materia de relaciones humanas, al igual que se aboga por el verdadero libre mercado. Aunque suene paradójico (por su nombre), esta escuela todavía se encuentra en proceso de expansión, esto se debe a que sufrieron un retroceso importante en, prácticamente, todo el Siglo XX debido a al crecimiento de las escuelas Keynesianas y Neoclásicas.

En un próximo artículo se tratará el tema del liberalismo clásico como la esencia de los seres humanos. De igual forma, su visión negativa en relación a las instituciones de Bretton Woods (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional).

Más relacionadas