Julian Assange: Tres mentiras y una detención

Armando Añel
Miami, Estados Unidos

La detención del hacker australiano Julian Assange, este jueves en Londres, ha puesto a correr la maquinaria de desinformación rusa y, en general, antiamericana. A continuación tres aproximaciones a la verdadera naturaleza del personaje detenido:

ASSANGE NO ES PERIODISTA

La directora de la cadena televisiva RT y de la agencia de noticias Sputnik, ambas al servicio de la dictadura de Putin, ha calificado al fundador de WikiLeaks de “principal periodista de la época”, pero en realidad se trata de un intento de camuflar su agenda pro autoritaria y antiamericana.

Ni Assange es periodista profesional ni estudió periodismo en ninguna de sus formas ni hace periodismo tampoco, más bien este hacker australiano se dedica a obtener información sensible o clasificada de las democracias occidentales para dársela a Moscú, poner en peligro el trabajo de inteligencia anticomunista o simplemente dañar la imagen de Estados Unidos y otros gobiernos de Occidente.

Incluso Prensa Latina (PL), agencia al servicio del régimen castrista, ha intentado calzar las “filtraciones” de Wikileaks ofreciendo declaraciones de la cancillería rusa y atacando a los medios de prensa occidentales.

ASSANGE NO ES UN VERDADERO REFUGIADO POLÍTICO

La historia del asilo político a Assange está llena de medias verdades y mentiras flagrantes. El hacker australiano huyó de Suecia, país donde previamente se le había negado la residencia, para no tener que enfrentar la justicia en un caso aún no resuelto contra dos mujeres con las que tuvo relaciones íntimas. Ya en Inglaterra, la policía sueca solicitó la intervención de la Interpol y ésta emitió una alerta roja para su captura y extradición acusado de delitos de violación, abusos y coacción. Fue detenido por la policía de Londres tras presentarse en una comisaría y luego puesto en libertad bajo fianza.

Más tarde, un juez británico autorizó la extradición de Assange a Suecia rechazando los argumentos de su defensa que afirmaban que en ese país no tendría un juicio justo debido a que “los medios y la opinión pública están en su contra”. Finalmente, en 2012, el régimen procastrista de Rafael Correa le dio asilo en la embajada ecuatoriana en Londres, desde donde el hacker continuó trabajando contra las democracias occidentales para contento de Ecuador, Rusia y, por supuesto, Cuba.

ASSANGE NO ES UN HÉROE DE LA LIBERTAD

“¿No es curioso que WikiLeaks privilegiara de tal modo revelar los documentos confidenciales de los países libres, donde existe, además de la libertad de prensa, una legalidad digna de ese nombre, en vez de hacerlo con las dictaduras y gobiernos despóticos que proliferan todavía por el mundo?”, se ha preguntado el escritor Mario Vargas Llosa. Hay que entender que la guerra mundial de la manipulación emprendida por el binomio Putin-Assange ha estado dirigida a estimular el descontento de los perdedores en las democracias desarrolladas, socavando los cimientos de dichas democracias y extendiendo un populismo liberticida que es por naturaleza ajeno a los fundamentos republicanos.

Cuando traficas con información, o desinformación, proporcionada, facilitada o sugerida por servicios secretos de países enemigos de la libertad, represivos, pro rusos, etc., uno de cuyos objetivos fundamentales precisamente es desinformar, imposible que no te conviertas en una herramienta de la mentira. Cuando no en un espíritu de la mentira. No se conoce ni se conocerá jamás a un supuesto héroe de la libertad de expresión cuyos principales abastecedores y socios sean depredadores de la libertad de expresión (Correa, Putin, Castro, etc.). Nadie nunca ha visto a un pez nadando fuera del agua.

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