Antimonopolios “cobradora”

Eduardo Carmigniani

Guayaquil, Ecuador

La demagogia no tiene límites en el paisito. Ahora -so pretexto de “apoyar” a pequeños emprendedores- se pretendía convertir a la superintendencia antimonopolios en comisaría de reclamos por facturas comerciales impagas. No es broma. Así constaba en el art. 16 del informe para segundo debate del proyecto de ley, recientemente aprobado, de “emprendimiento e innovación”. A última hora fue eliminado ese texto. Pero hay que estar atentos.

Según ese art. 16, la Superintendencia de Control del Poder de Mercado debiera habilitar, en su página web, un espacio para que se “carguen” los contratos escritos que los emprendedores celebren con sus compradores cuando establezcan plazos superiores a 30 días para el pago de las facturas emitidas por aquellos. Ahí mismo “podrá también cargarse modificaciones, rectificaciones o cancelaciones, así como presentarse reclamos por incumplimiento en el pago”. En este último caso -de reclamaciones- viene lo peor: “De verificarse el reclamo presentado, la Superintendencia notificará al Servicio de Rentas Internas y al comprador impago, a fin de que no se aplique crédito tributario contra facturas impagas emitidas por Emprendimientos inscritos en el RNE”.

Queda muy claro entonces que se pretendía conferir a la superintendencia antimonopolios la facultad de “verificación” de reclamos por falta de pago de facturas, asunto típicamente contencioso-judicial, pues puede conllevar incumplimientos del vendedor, como defectos en los bienes vendidos, retardos en la entrega, etc. Que el emisor de la factura sea “emprendedor” no lo exonera de incumplimientos.

Más grave sería aún la consecuencia que se pretendía dar a la “verificación” de la superintendencia: que el comprador no pueda usar como “crédito tributario” -como gastos deducibles supongo que habrán querido decir- (otras) “…facturas impagas emitidas por (otros) Emprendimientos inscritos en el RNE”. Semejante demagógica sanción -queda anticipado- tendría efecto inverso al deseado: desestimulará la contratación con los emprendedores “protegidos”.

No me ayude compadre, dicen.

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