La loca de Pelosi

Jesús Ruiz Nestosa

Salamanca, España

¿Qué motivos había para ir a tentarle al león a que saliera de su madriguera? Estaba allí rugiendo continuamente. Pero mientras estuviera allí, quieto, no corríamos peligro. Pues eso fue lo que hizo Donald Trump: se plantó frente a la madriguera del león más peligroso, el ayatolá Alí Jamenei, y lo hizo salir hecho una furia por haber hecho asesinar a uno de sus generales de mayor peso.

Difícil de imaginar cuáles pudieron ser los motivos de esta inesperada decisión; y sobre todo peligrosa por las consecuencias que pudiera acarrear. Ya las estamos experimentando y, como decía en mi artículo anterior sobre este mismo tema, las primeras víctimas han sido personas inocentes. El gobierno iraní, como respuesta a los gritos de una turba fanatizada, tomó sus primeras represalias y disparó veintidós misiles sobre bases norteamericanas ubicadas en Irak. Teherán dijo que ocasionaron ochenta bajas entre el ejército estadounidense si bien no mostraron ningún tipo de pruebas.

La segunda reacción: Irán, a pesar de que lo desmiente, derribó un avión de pasajeros de una línea ucraniana, que se precipitó al suelo a poco de dejar el aeropuerto de Teherán con todos sus pasajeros y tripulación, 172 personas, muertos. De estos sí pudimos ver los cadáveres metidos en bolsas negras, simétricamente alineadas, en una fotografía macabra.

En estas guerras provocadas por el fanatismo religioso, por la irracionalidad que les acompaña, las principales víctimas han sido y siguen siendo, integrantes de la población civil, la menos involucrada en el enfrentamiento y también la más indefensa. La historia reciente nos ha puesto en evidencia su dura realidad. ¿Qué culpa tenían las más de tres mil personas que murieron en las Torres Gemelas? ¿Qué culpa tenían los argentinos que festejaban el cumpleaños de un amigo paseando por una avenida de Nueva York donde fueron atropellados por un terrorista? ¿Qué culpa tenían los pasajeros de un avión de una línea turca derribado por un misil iraní? ¿Qué culpa tenían los dibujantes de la revista francesa “Charlie Hebdo”? ¿Qué culpa tenían…? ¿Qué culpa tenían cientos de víctimas imposibles de recordar en este breve espacio?

Nancy Pelosi, presidente de la Cámara de Diputados de los Estados Unidos, presentó un proyecto de ley que limita las decisiones bélicas que pueda tomar el presidente, es decir, Donald Trump. La reacción inmediata del mandatario fue calificarla de “La loca Pelosi” en un mensaje enviado desde su cuenta de Twitter (“Hope that all House Republicans will vote against Crazy Nancy Pelosi’s War Power Resolution“, textualmente), una reacción que no necesita de ningún comentario y que retrata de cuerpo entero a una persona que no ha hecho más que desprestigiar el cargo que ejerce.

Este proyecto de ley será aprobado con toda seguridad en la Cámara de Diputados en la que los demócratas tienen mayoría, y tropezará en el Senado que en este momento manejan los republicanos. Pero en el hipotético caso de que la ley fuera aprobada en ambas cámaras, se estrellará contra la voluntad de Trump, quien ejercerá su poder de veto. Vale decir, estaremos de nuevo en las mismas.

En definitiva, Donald Trump, también en su fanatismo y en su irracionalidad, ha puesto en la mira de los terroristas a millones de personas, pero también a su familia, cuyos miembros han quedado marcados para siempre. Me pregunto si no tendrá miedo en su fortaleza de la Trump Tower, en la Quinta Avenida de Nueva York, a la que tendrá que regresar cuando abandone la Casa Blanca al finalizar su mandato.

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