La ALBA se prepara para reunirse en Guayaquil, el martes

Quito, 27 jul (EFE).- La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), bloque compuesto por ocho países de Suramérica y el Caribe, se dispone a celebrar una nueva cumbre, esta vez en Ecuador, ante la mirada de los movimientos sociales de la región, que le harán llegar sus planteamientos y reivindicaciones.

La cumbre, que se celebrará el martes en la ciudad costera de Guayaquil, será la número doce del bloque y la primera del organismo sin Hugo Chávez, el fallecido presidente venezolano, quien fue uno de sus principales impulsores.

Está previsto que el lunes lleguen a Guayaquil presidentes y delegaciones de los países miembros: Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, Dominica, Nicaragua, San Vicente y Granadinas y Venezuela, que tendrán a Ecuador como anfitrión.

La reunión versará sobre el fortalecimiento institucional del ALBA-TCP (Tratado de Comercio de los Pueblos) y acerca del uso generalizado y la ampliación del Sistema Unitario de Compensación Regional (SUCRE), un mecanismo para el ajuste interno de monedas en los intercambios comerciales de varios países de la región.

También se hablará sobre el Fondo Común de Reservas ALBA-TCP y el incremento de los Programas y Misiones Sociales, según la Cancillería ecuatoriana.

La reforma del Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH), el papel de los centros de arbitraje internacional y la búsqueda de espacios propios para abordar problemas regionales sobre la base de la integración serán también objeto de debate.

Ecuador llevará propuestas como la reforma del SIDH que el país andino ha defendido en diferentes foros.

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, considera que mientras los órganos del SIDH no aborden cuestiones como el bloqueo internacional contra Cuba o el reclamo de Argentina sobre las islas Malvinas «todo el resto es hipocresía» y «pierde sentido».

Precisamente, en la anterior cumbre, celebrada en Caracas, el organismo bolivariano discutió la posibilidad de sancionar al Reino Unido por su resistencia a dialogar con Argentina acerca de la controversia que ambos países mantienen en torno a las islas.

Correa critica también que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) tenga su sede en Washington, lo que califica de «absurdo».

Ecuador ya ha propuesto cambiar la sede de la CIDH justamente con el argumento de que EE.UU. no ha ratificado el Pacto de San José, el fundamento del SIDH.

El mandatario ecuatoriano defiende, por ello, que se apliquen estos cambios para que el sistema interamericano «realmente refleje sus fines: la defensa de los derechos humanos, del derecho internacional y de la soberanía de los Estados», según dijo el martes en un acto público.

Otro de los temas que propondrá Ecuador es el de establecer cambios en relación con los tratados de protección recíproca de inversiones y los centros de arbitraje internacional, «que son verdaderos instrumentos de colonización» y de protección «de los privilegios del capital», según Correa.

Junto a estos asuntos, el presidente ecuatoriano quiere avanzar en la integración para disponer de espacios de resolución de conflictos en el marco de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), de acción política común a través de la ALBA y de integración en materia de comercio, infraestructuras, energía y finanzas a través de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).

La reunión de presidentes estará precedida la víspera por un encuentro de representantes de movimientos sociales, quienes debatirán, entre otros temas, la necesidad de auditar los tratados bilaterales de inversión.

En esa cita, en la que la Fundación de Estudios, Acción y Participación Social (Fedaeps) de Ecuador calcula que participarán medio millar de representantes sociales, se estudiará la necesidad de «levantar más aún la voces sobre la imposición de las trasnacionales».

También habrá un debate sobre soberanías, entre ellas la geopolítica «visualizada, sobre todo, frente a las amenazas de espionaje», según la directora de Fedaeps, Irene León.

Los colectivos también expresarán su respaldo al presidente de Bolivia, Evo Morales, por el incidente del 2 de julio, cuando se impidió a su avión presidencial acceder al espacio aéreo de varios países europeos.

El martes celebrarán una marcha que terminará con la entrega a los presidentes reunidos de la «Declaración ALBA Movimientos-Guayaquil» y las recomendaciones de los movimientos. EFE

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